Mamás con el corazón roto

Mamás con el corazón roto
Desconsuelo. En el hogar de la familia Pincay existen dos cuadros con fotografías de Christian como un homenaje. Su madre saldrá de la ciudad.

QUEVEDO

Aunque pareciera que a un hijo solo se lo lleva en el vientre por nueve meses, en realidad se lo lleva en el corazón para toda la vida. Al menos eso es lo que consuela a Maryuri Montecé, quien perdió a su hijo Christian Pincay en un accidente de tránsito hace 18 días.


Su corazón aún está frágil pero se consuela imaginándose que su “engreído” se ha ido a un largo viaje y pronto llegará, aunque por las noches su realidad cambia.


En su rostro las lágrimas se dejan ver con cada recuerdo, y es que en cada cosa que realiza, es como que ve o escucha al ‘loco de la casa’, pues así le decían internamente sus familiares a Christian, a quien le conocían como ‘Negro Pincay’.


En su habitación siguen intactas sus pertenencias: su ropa, sus perfumes, gorras y hasta sus zapatos tipos botines que eran sus favoritos. “Todo ha sido guardado con gran cuidado y ahí estarán por siempre”, dice ‘Doña Maryuri’.


Entre el llanto la mujer cuenta que Christian era el mayor de cuatro hermanos y que desde niño era el más inquieto de la casa. Le encantaba el fútbol pero el baile lo llevó a tomar otro camino y se convirtió en profesor de bailoterapia, danzas y hasta organizaba coreografías.


Todos los años para el Día de las Madres era él quien organizaba una serenata y junto a un grupo de amigos llegaban pasada la medianoche del sábado a dedicarle canciones especiales a su ‘viejita’, como le decía.


Este año, esa serenata quizás no llegue, aunque creen que los amigos de su hijo la llevarían pero ya no sería lo mismo, porque entre las decenas de rostros sonrientes, ya no estaría la de su ‘Negro’, ‘el loco’, su engreído… por lo que han decido salir hasta otro cantón para pasar el fin de semana.


“Para mí, mi hijo está vivo y me aferro a eso ya que nunca vi su cuerpo ni en la morgue ni dentro de la caja mortuoria, por eso yo lo sigo esperando”, asegura la adolorida mujer. (MZA)

Dolores similares


Momentos iguales pasan Marisol Mera, habitante del recinto Pambilar de Calope y Angélica Rizo oriunda de Quevedo. Ellas no se conocen pero ambas perdieron a sus hijos en el mismo accidente de tránsito ocurrido el pasado domingo en el recinto Cañalito. Sin embargo, ellas comparten el mismo dolor y desconsuelo.

El Dato

Las tres madres sufren el dolor de haber perdido a sus hijos en vísperas del Día de las Madres.