Tegucigalpa, EFE.
La muerte del líder cubano Fidel Castro, el triunfo de Donald Trump en las elecciones de EE.UU., el accidente de avión que transportaba al club brasileño Chapecoense y que causó la muerte de 71 personas, y la reelección presidencial en Honduras figuran este año en un nacimiento en Tegucigalpa.
El «belén» navideño, exhibido en un centro comercial de Tegucigalpa, cuenta, además, con figuras hechas de barro, madera y metal, de los miles de emigrantes que viajan en el tren de mercancías que va hacia el norte de México, conocido como «La Bestia», y de un nuevo aeropuerto que se construye en Honduras, con apoyo financiero de España.
Esos y otros personajes como la ex secretaria de Estado de Estados Unidos Hillary Clinton, quien perdió las elecciones presidenciales de su país, figuran junto al nacimiento de Jesús en el Belén, que exhibe el arquitecto hondureño Fernando Martínez, quien fue canciller de Honduras y embajador en Brasil, donde estudió.
También simboliza el muro que Trump pretende construir en la frontera entre EE.UU. y México, la propuesta estrella con la que el empresario neoyorquino ganó las elecciones.
El pesebre de la familia Martínez se confecciona desde 1950, cuando la madre del excanciller, Rosinda Jiménez, elaboró el primero.
Así, se suman una imagen de la asesinada ambientalista y líder indígena hondureña Berta Cáceres, y de la nueva cárcel, conocida como El Pozo, construida en el occidente del país a la que han sido enviados más de un centenar de presos peligrosos.
Con el nacimiento de Jesús en un pesebre, acompañado de José y María como tema central, el belén también recuerda el descalabro financiero en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), por el que guarda prisión su último director, Mario Zelaya y cuatro personas han sido condenadas.
Martínez también recrea las protestas de un grupo de simpatizantes del partido Libertad y Refundación (Libre), cuyo coordinador general es el expresidente hondureño Manuel Zelaya, contra el cobro de peaje en varias carreteras, al igual que la posible reelección en 2017 del gobernante Juan Orlando Hernández, lo que rechaza la oposición por considerar que se violenta la ley.
El nacimiento también destaca el proceso de depuración de la Policía Nacional, que inició en 2011 sin los resultados esperados, por lo que fue acelerado en abril por el presidente hondureño.
La depuración fue acelerada por Hernández tras las publicaciones del diario hondureño El Heraldo y el The New York Times, a inicios de abril, sobre agentes que supuestamente participaron en el asesinato del titular de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico, Julián González, en diciembre de 2009, y del exasesor en materia de narcotráfico Alfredo Landaverde, en diciembre de 2011.
Según las publicaciones, el crimen de González, por el que hasta ahora nadie ha sido enjuiciado, fue planificado por la cúpula de la Policía y otros cargos a petición de un narcotraficante hondureño.
Entre los hechos relacionados con la vida cotidiana de los hondureños, además de las víctimas de la violencia se simboliza la impunidad que impera en el país y la modernización en la capital.
También, muestra detalles del campo hondureño con cultivos de maíz, arroz y fríjoles, fuentes de agua, animales y música representada por grupos nacionales y extranjeros, en los que no faltan mariachis.
El ambiente navideño asoma en las principales ciudades desde inicios de noviembre, mientras los centros comerciales comenzaron a promocionar sus «ofertas» desde octubre.
A pesar de la crisis económica, el espíritu navideño no parece mermar, y los hondureños se preparan para disfrutar de las comidas tradicionales como la carne de cerdo o pollo; gallina o pavo rellenos, y pierna de cerdo al horno.
El placer gastronómico bien vale un sacrificio, de manera que mercados populares y supermercados están abarrotados estos días por miles de compradores que buscan los ingredientes para la cena tradicional, además de los regalos para amigos y parientes.