Principales miembros de misión opositora siria llegan a Ginebra para negociar

Ginebra, EFE

Las dos principales miembros de la delegación opositora siria que está previsto que negocie con el Gobierno a partir del lunes llegaron hoy a Ginebra, tras el anuncio de que la oposición aceptaba participar en la segunda ronda de consultas auspiciadas por la ONU.

El general desertor del Ejército sirio y mando en el Ejército Libre Sirio, uno de los grupos armados más importantes, Assad Al Zoubi encabezará la delegación de la Comisión Suprema de las Negociaciones (CSN), alianza en la que están integradas entidades armadas rebeldes y la oposición política en el exilio.

Junto con Al Zoubi llegó a Ginebra el líder rebelde Mohamad Alloush, quien actuará como jefe negociador.

Alloush es jefe político de uno de los grupos más fuertes que combaten contra el régimen de Damasco, conocido como Jaish Al Islam (Ejército del Islam).

Esta organización armada es considerada terrorista por Rusia y el Gobierno sirio, que en la anterior ronda de consultas de hace seis semanas rechazó reconocerlo como interlocutor válido.

Se espera que el resto de miembros de la numerosa delegación opositora -de unos 45 integrantes- llegue en las próximas horas, mientras que la que representará al Gobierno sirio ha confirmado su llegada a Ginebra el domingo.

Antes de la partida de los enviados del régimen de Damasco, el ministro de sirio de Exteriores, Walid al Mualem, declaró a la prensa que la responsabilidad del éxito o el fracaso de las negociaciones no recae en el Gobierno, sino en sus adversarios.

Advirtió de que en las consultas no se hablará de elecciones presidenciales o de la salida del mandatario Bachar Al Asad porque la decisión de quién gobierna Siria depende exclusivamente del pueblo sirio y no de agendas exteriores.

Ya en Ginebra, Alloush reaccionó a esas declaraciones y, a través de la red social Twitter, aseguró que «las palabras de Al Mualem muestran falta de seriedad de cara a las negociaciones».

La anterior ronda de consultas fue suspendida por el mediador de la ONU, Staffan de Mistura, el pasado 3 de febrero, seis días después de su apertura y sin haber conseguido que las delegaciones aceptaran entablar negociaciones indirectas.

De Mistura ha reconocido que «la continuación de los combates y las dificultades para el acceso de la ayuda humanitaria hacían imposible las discusiones sobre las verdaderas cuestiones políticas que están en juego».

Entre esa ronda y la que comenzará el lunes se ha llegado a una acuerdo para el cese de las hostilidades, que dura ya dos semanas a pesar de las numerosas violaciones denunciadas, y la ONU ha conseguido llegar a más de las mitad de localidades sitiadas en Siria para facilitar alimentos y otras ayudas imprescindibles a decenas de miles de personas.