Controles en la frontera entre Alemania y Austria, "como en los años 80"

Freilassing, Alemania | AFP |

Helmut Zimmermann refunfuña contra los policías mientras espera, atrapado en un atasco causado por el restablecimiento de controles en la frontera germano-austríaca, por la crisis migratoria: «esto es como en los años 80» antes de la libre circulación.

Bocinazos, malas caras: en el puente que une Austria a Alemania entre Salzburgo y Freilassing, los conductores redescubren la paciencia que era necesaria antes de la progresiva entrada en vigor, a partir de 1985, de los acuerdos de Schengen, que permitieron a los europeos circular libremente de un país miembro a otro.


Dos policías controlan minuciosamente, una a una, las identidades de los pasajeros de vehículos que entran a Alemania. Los que son objeto de verificaciones o de registros más completos son orientados hacia otros agentes, que esperan un poco más lejos.

«Pero ¡así no pueden funcionar las cosas, con solo dos policías!» truena Zimmermann, de 71 años, que regularmente va a abastecerse de cigarrillos y gasolina a la vecina Austria.

«No me imaginé que esto estuviera tan mal organizado» añade.

No se ve un solo refugiado o migrante a cientos de metros a la redonda, a pie o en coche. Sin embargo, el objetivo de estos controles no es impedirles el paso sino ocuparse de ellos de forma más «ordenada», según el gobierno, así como detener más fácilmente a los ‘pasadores».