Bogotá,
Un juzgado de la capital colombiana condenó a 35 años de prisión a un guerrillero de las FARC que en octubre de 2002 causó dos muertos en un fallido atentado que preparaban contra el presidente Alvaro Uribe en Arauca.
Otros siete vinculados con el mismo proceso fueron absueltos ante la falta de pruebas que permitieran incriminarles, según la sentencia, que fue proferida dos años después de que la Fiscalía General llamara a juicio a los ocho implicados.
El fallo fue emitido un juzgado especializado de Bogotá, que sometió a juicio a los acusados como «coautores de homicidio agravado, terrorismo, tentativa de homicidio y rebelión».
Los cargos se derivaron de un atentado que preparaban contra Uribe las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en coincidencia con una visita del presidente a Arauca, ciudad a unos 700 kilómetros de Bogotá, en la frontera nordeste con Venezuela.
El gobernante viajó a esa ciudad para coordinar desde un cuartel militar, en el que permaneció tres días, las actividades de la Fuerza Pública contra la organización rebelde, que mantenía una ofensiva en la región petrolera y ganadera del mismo nombre.
El ataque iba a ser cometido el 28 de octubre de 2002 con la activación de un automóvil cargado con explosivos que fue detectado de forma oportuna por informes que alertaron a la Policía sobre un «vehículo sospechoso».
El caso fue asumido por artificieros policiales, quienes inspeccionaron el auto y establecieron que en el baúl llevaba dos cilindros de gas doméstico cargados con explosivos.
Los rebeldes activaron la bomba a control remoto cuando los expertos contra explosivos se aprestaban a desconectarla, lo que causó la muerte de dos de ellos, un hombre y una mujer, y heridas a ocho civiles.
En varias redadas posteriores, las autoridades capturaron a ocho presuntos guerrilleros, quienes en noviembre de 2003 fueron acusados formalmente por la Unidad Nacional Antiterrorismo de la Fiscalía.
El único condenado por los hechos fue reconocido por testigos, quienes advirtieron de que se trataba del hombre que estacionó el vehículo, según la investigación judicial.
EFE