Lasso, todo por hacer

Más allá de que una sola encuestadora lo da como primero, Guillermo Lasso y su equipo han de saber la verdad y han de saber que lejos de llegar primeros deberán pelearse el segundo lugar con Yaku Pérez.

Hace pocos meses, el líder de CREO estaba en picada en todas las encuestas y por ende es legítimo que estén preocupados y busquen la manera de conectarse con la mayoría de la gente que es lo único que cuenta en una campaña electoral.

Pero hasta que sigan este libreto muy trillado y fingido para hacerles felices a una parte de la prensa y a 4 sabelotodo no lograrán su cometido.

Si algún rato sus allegados pensaron que eliminar a los adversarios era un camino viable, ahora han de haberse dado cuenta que la campaña empezó con más fuerza que nunca y que aparentemente solo han estado perdiendo tiempo y votos.

Parece que muchos han dejado solo a Lasso, pues incluso sus supuestos aliados no aparecen ni hablan a favor de él haciendo entender que no es tan querido ni siquiera entre los de su “mismo nivel”. Por ende, si ni con los suyos puede, peor va a ser con el electorado común. Lasso no logra conectarse, no logra inspirar confianza ni una esperanza de cambio y en esto deberían estar trabajando mucho más. Creo que fue Einstein quien dijo que es una locura seguir haciendo lo mismo esperando resultados diferentes pero probablemente ni a Einstein le creen sus colaboradores. Hay mucha soberbia por allí y al electorado con la soberbia se lo aleja.

Y a todo esto debemos añadir una serie de posibles errores que van desde la nociva alianza con el futuro ex Presidente Moreno; hasta la poco acertada escogida de su binomio quien aporta con los mismos votos que Lasso por si solo ya tenía. O sea, no suma.

El candidato en firme Guillermo Lasso tiene de su lado a la constancia y tal vez a la coherencia de su discurso, pero esto por sí solo no va a ser suficiente y si su equipo aspira a llegar a una segunda vuelta para ganar, como algún día lo hizo Macri con Cristina Fernández, hoy lo que veo es más bien un efecto como lo que pasó en Bolivia este domingo.

Lo mejor no necesariamente está por venir.