El alcalde no escucha a Quito

…Bosques calvos de Quito
laderas zaheridas, oquedades.
Enemigos de esta sol y luna tambo,
de este pucará, bastión de epopeyas libertarias,
de esta mitad de cenit del universo.
Botín y plagas a su magna frente,
ardid y maquinaria
que orada el vientre misterioso de jaguares
y hiere su monumental retablo y campanarios.

Estas líneas de mi poema ‘Quito Herida’ son el dolor de muchos quiteños al ver el estado de Quito destruyéndose en varios frentes.

Quito no ha tenido, en esta década, alcaldes que realmente sean quiteños, amen y defiendan a la ciudad y logren un crecimiento sostenible y coherente con su identidad y su patrimonio natural y cultural. Hace más de un año, un grupo de ciudadanos dejamos en la Alcaldía un manifiesto para que se hiciese, en el lugar del antiguo aeropuerto, el parque Bicentenario con esculturas y jardines en honor a su nombre que es la fecha luminosa que dio a Quito su reconocimiento de Luz de América. Esa propuesta ecosostenible y cultural, que no excluía la del parque lago ya planteada, incluía la presencia de esculturas del mito fundacional quiteño y otros importantísimos referentes como Espejo y las mujeres quiteñas, además de referentes fundamentales de la biota de Quito.

La Secretaría de Cultura recibió, luego, esta propuesta así como el Vicealcalde Guarderas y otros funcionarios. Hoy algunas ciudades están haciendo sus parques bicentenarios, pero el actual Alcalde no acogió nuestro pedido ciudadano.

¿Acaso le importan a Jorge Yunda las agendas de la ciudadanía quiteña? Patricio Valencia, que fue hace lustros director de parques y jardines y que puso su conocimiento y mano en épocas en que Quito tenía funcionarios que sí defendían y amaban a la ciudad, recuerda al Quito de espacios verdes y estética urbana cuando el duro trabajo que en su época hacían cuadrillas de cuadrillas de trabajadores junto a paisajistas y diseñadores urbanos adornó a la ciudad con parques, piletas, y parterres hermosos dignos de este patrimonio de la humanidad. Patricio Valencia, ante la amenaza de ordenanzas que quieren tomarse el Bicentenario comenta sabiamente que ello será un crimen urbano.

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