Héctor Celiano Padilla, de 79 años fue sentenciado la tarde de ayer a seis años de arresto domiciliario, por el delito de tentativa de femicidio.
Sanción que fue emitida por el Tribunal de Garantías Penales de Ambato tras el hecho ocurrido la madrugada del 19 de junio en Pinllo.
Hechos
El reporte de una mujer apuñalada con un cuchillo y un machete fue recibido por el ECU 911, aproximadamente a las 04:00, en un inmueble ubicado en las calles Maugeri y Democracia.
Los gendarmes encontraron al agresor en el segundo piso intentando quitarse la vida con una de las armas blancas que utilizó para herir a su pareja, pero fue detenido por los uniformados.
Audiencia
Varios testigos se presentaron la mañana de ayer en la audiencia de sentencia contra Héctor
La versión que conmocionó más al Tribunal de Garantías Penales de Ambato, fue la de la víctima María R., de 74 años, cuando relató su vida junto a su esposo.
Ella reveló que tenían 34 años de casados, tiempo que soportó agresiones físicas, verbales y sicológicas, y que por el temor a lo que la gente diga no se separó.
La afectada dijo que su esposo siempre fue alcohólico y al dejarse llevar por este vicio llegaba a la casa para agredirle brutalmente cegado por los celos y a pesar de que muchas veces le prometió cambiar no lo hizo.
Alexandra Sánchez, fiscal a cargo del caso, por varias ocasiones tuvo que intervenir, para calmar a la víctima.
Familiares
María Belén M., nieta de la pareja, recordó que la madrugada del 19 de junio fue como una película de terror, en la que por poco pierde a su abuela.
“Mi abuela aquel día golpeó la puerta para que le auxiliáramos, estaba bañada en sangre, no veía muy bien”, aseguró María Belén.
Además, la nieta contó ante el Tribunal que ella tiene malos recuerdos de su abuelo, ya que cuando pasaba junto a él siempre intentaba agredirle a su abuela con palos o con lo que encontraba en su camino.
“Héctor o abuelo como le tratamos todos, siempre pensaba en él y no en los demás, mi abuela tiene diabetes y a pesar de eso le exigía que coma dulces teniendo pleno conocimiento que eso le hacía daño”, afirmó María Belén.
Esta pareja tuvo una sola hija, Anita, quien se convirtió por varios años en el pañuelo de lágrimas de su madre y quien por varias ocasiones le pedía que se separe. (EV)