Ley ampara permisos en el proceso de adaptación de los hijos adoptivos

Los padres tendrán 30 días de licencia remunerada para el proceso de adaptación con sus hijos adoptivos.
Vínculo. Los padres tendrán 30 días de licencia remunerada para el proceso de adaptación con sus hijos adoptivos.

Según la Ley Orgánica del Derecho al Cuidado Humano, normativa vigente desde mayo de este 2023, las madres y padres adoptivos tendrán el derecho a las licencias remuneradas y no remuneradas a fin de garantizar que el periodo de adaptación de las hijas e hijos sea el más adecuado posible.

La ley estipula que “las madres y padres adoptivos tienen derecho a la licencia de maternidad y paternidad por adopción por treinta (30) días a partir del egresamiento de la entidad encargada del acogimiento institucional de adopción” de su hijo o hija.

Además, se menciona que en el caso de hijos recién nacidos “las licencias y permisos remunerados y no remunerados serán iguales a las que se otorgan a los padres biológicos considerando la edad de los hijos recién adoptados hasta el límite máximo según su edad”.

Para quienes tienen hijos por adopción o quienes están en este proceso, esta normativa es un apoyo, pues les otorgan las facilidades para que la adaptación de la familia se logre de forma armónica.

 

TOME NOTA 
Todos los niños que son adoptados tienen que pasar por un proceso de adaptación, y este va a depender de múltiples factores como su historia médica, su historia emocional, su genética, la edad.

 

Testimonios

José Ch. tiene 41 años, lleva casado 14 años y no pudo tener hijos biológicos. La ilusión que tenía con su esposa Nelly, de 35 años, de tener una familia con dos hijos no podía hacerse realidad, por lo que a mediados de 2018 empezaron con el proceso de adopción de su hija.

“El trámite fue complicado, el proceso de adopción en el país no es fácil, pero con constancia lo logramos y ahora tenemos a nuestra pequeña estrellita en casa”, cuenta el comerciante.

Mientras juega con su hija, recuerda que el proceso de adaptación no fue del todo cómodo y las cosas se complicaban más con su esposa, pues a ella sus jefes no le permitían tener tiempos de adaptación con su bebé, en ese entonces de 1 año y medio.

“En un momento quisimos hasta que renuncie, pero por la estabilidad que necesitábamos no lo hizo y lograron acomodarnos para darle a nuestra pequeña el mayor de los cuidados mientras se adaptaba a nosotros y a su nueva casa”, agregó José.

Caso similar es el de Zoila O., abogada de 43 años, quien recuerda que si bien es cierto tuvo un lapso para que su hijo y su familia puedan adaptarse, ya estar en la casa de manera permanente necesitaba un trato especial, lo que se le complicaba porque no siempre contó con el apoyo de sus empleadores.

“Fue realmente difícil, con mi esposo John tuvimos nuestro primer hijo a los tres años de casarnos, y luego quisimos tener otro pero no pudimos, por eso recurrimos a la adopción y de por sí el trámite es lento y complicado en el país, pero lo logramos”, relata.

La abogada asegura que “las cosas en mi trabajo se pusieron tensas y unas tres o cuatro ocasiones no me dieron permiso, sin cargo a vacaciones, para ir a ver hijo menor cuando estaba en el proceso de adaptación a nuestra familia”, recuerda Zoila, por lo que ahora aplaude la puesta en vigencia de la ley porque permite que los niños en proceso de adaptación, a sus nuevas familias, puedan estar bien cuidados y la creación de su vínculo sea lo menos difícil para ellos y su nuevo entorno. (NVP)

 

EL DATO
En el proceso de adaptación es importante que le de todo el amor, caricias, abrazos, besos que puedas, sin forzar, pero tampoco sin escasear.

 

Importancia de la normativa

La psicoterapeuta Magally Freire, explica que en circunstancias normales el vínculo afectivo entre padres e hijos se construye durante el primer año de vida. Este se basa en el cariño y la confianza que el niño obtiene con el adulto.

Dicha realidad es diferente con los niños adoptados, pues ellos no han conocido, en un alto porcentaje de los casos, ningún tipo de seguridad, lo que implica que los nuevos padres se enfrentan al importante reto de “establecer un vínculo sólido y permanente, que desvanezca por completo las secuelas de sus experiencias previas”.

Recalcó que es normal que, al inicio de la adopción, los menores teman o rechacen a sus nuevos padres y muestren tristeza excesiva o tengan comportamiento que busque llamar la atención de sus padres.

Por ello recalca que “la Ley de Cuidado Humano es una herramienta que permitirá que estos pequeños puedan tener un proceso de transición amigable, que les brindará seguridad y estabilidad”

Freire anota que el entorno familiar (abuelos, tíos, sobrinos, otros hijos), también debe contribuir a este proceso de adaptación y si los padres cuentan con el tiempo de hacer estos acercamientos las cosas van a ser menos difíciles para la familia.

La experta explicó que este tiempo de adaptación, aprobado por la ley, también es vital porque algunos niños adoptados no han tenido la suficiente estimulación en sus primeras etapas de desarrollo y pueden tener ciertos retrasos en la hora de hablar, leer, escribir, mantener la atención, entre otras, y por eso el vínculo inicial que se cree en este periodo de adaptación es tan relevante para el menor.