¿La asamblea constituyente será una solución?

Dicen que una Asamblea Constituyente será la solución. Otra vez veremos
sentados a los que tienen capacidad de lobby hacer su repartija. Son los
conocidos partidos políticos, sindicatos y anexos.

Desde el colegio se nos adoctrino. Una Asamblea Constituyente determina
quienes pueden y quienes no pueden tomar decisiones libremente. Quienes
tienen privilegios y quienes no. Pero todo camuflado en el pantano del
igualitarismo. De los derechos sociales. Y demás mitos que impiden el
ejercicio de la libertad. Del reconocimiento de la propiedad privada como la
base de una sociedad prospera.

Nuestra pseudo democracia, es solo un marco para ejercer el poder
arbitrariamente. Los doctos e ilustrados que se acomodan al poder de turno
no nos faltan.

Antes que una nueva Constitución requerimos conocer y comprender su
significado.

En sentido lato la Constitución es un freno al ejercicio arbitrario del
poder estatal. Lo conmina a ciertas áreas y señala las sanciones a
aplicársele. No es una lista de derechos como la mayoría ingenuamente cree.
Los derechos nos son inherentes. El enunciarlos los debilita. Acaso ¿si un
derecho no esta enunciado no existe? A esa conclusión se ha llegado por
abusar del nombrar cada derecho y sus características en las Constituciones.

En los EEUU la Constitución tiene una vigencia tal que hasta hoy no la han
cambiado. Se han agregado y retirado enmiendas, pero su base se mantiene
inalterable. Pero no es un listado de buenas intenciones (derechos y
obligaciones ciudadanas)

Cuando las personas se saben libres exigen sus derechos de manera natural y
automática. Al inscribirlos en un documento efímero (vease cuanto nos duran
las Cartas Magnas), se crea incertidumbre al respecto. Se atenta contra el
objetivo primordial: controlar el Poder Estatal. Se pasa a controlar y
dirigir a las personas.Se considera entonces una gracia señorial el
«conceder derechos» a los ciudadanos.

Quien cría cuervos acaba sin ojos

El enemigo común no es la pobreza, el atraso, la corrupción, la ineptitud.
No amables lectores. El enemigo nuestro de cada día es: EL ESTADO.
Sea cual sea, siempre buscara obtener mas poder para satisfacer a sus
acólitos. Y nuestro marco jurídico legal le otorga ese poder casi sin
cortapisas reales y efectivas.

El conjunto de tradiciones constitucionalistas a la ecuatoriana es el
causante de que nuestro Estado promueva y reparta pobreza, ineficiencia y
corrupción. Todos los gobernantes de turno del pasado, solo aprovecharon las
condiciones y lo hará cualquier otro. Ellos fueron y son soportados por la
gente común. Apuntalados por profesionales e intelectuales. ¿Por que?

Pues porque todos quieren vivir un poco mejor y apuestan por quien creen
pueda realizarles sus sueños. No importa si en el intento el resto de
ecuatorianos es vejado y atropellado. Esta inconsciencia es la causa básica
de nuestro problema constitucional.

En la Constitución solo debe señalarse que y como puede actuar el Estado. Y
que haremos nosotros si incumple. Sin pretextos para «situaciones de
emergencia» que clausuren nuestros derechos básicos. Como si tal cosa la
pudiese decidir alguien más que uno mismo. Al mas puro estilo hitleriano,
luego de la quema del Reichstag.

El vivo vive del sonzo, y el s……………….

El peligro de una Asamblea Constituyente sin mas, estriba en el motivo mas
proclamado: Salvar a la clase política.
¿Acaso son imprescindibles o siquiera necesarios para poder vivir? Ellos así
lo creen. Pero el país marcha a pesar de ellos. ! Son los políticos los que
viven de nosotros vía los impuestos!

La Asamblea Constituyente deberá reducir y controlar el poder que se otorga
al Estado. Así habrá menos interés en ser político y cometer politiquerías.
O sea vivir a costa del esfuerzo ajeno.

Defendamos nuestra dignidad personal, ante el atropello de los grupos y
bandas organizadas. La Constitución debe asegurarnos la máxima libertad
posible en un marco de tolerancia al otro y un efectivo control del poder
estatal.

Patricion Varsariah.
[email protected]

«El coraje es buscar la verdad y decirla»

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