Desde el lunes la estaci Mar Central de la ecov estiluminada con lo que concluye un proyecto que puede unir los intereses del comercio y el transporte en este populoso punto de la ciudad de Quito.
Las luces de color blanco diferencian a esta gran parada de buses del entorno circundante iluminado con luces amarillas. La iluminada estaci viene a brindar mayor seguridad a un sitio que se ven caracterizando por las acciones de una delincuencia que aprovechaba la oscuridad y el caos vehicular para cometer sus fechors.
Paralelo a esto, se ejecutla rehabilitaci del alumbrado en la cercana calle Chile hasta la Imbabura, donde se encuentran los centros comerciales del ahorro.
La obra de la parada Mar Central que comenzen el mes de noviembre de 2003 cost$270 mil al Fondo de Salvamento (FONSAL). Ahora la EMSAT decidirel momento en que comenzara operar.
La Mar desea rescatar su nombre y dejar de ser la cenicienta en la que la misma comunidad le ha convertido, al denominarle como zona roja.
Las acciones en lo referente a la seguridad que vienen realizando conjuntamente con la polic comunitaria les ha significado a criterio de la directiva del sector «haber bajado el dice delictivo que se vive en la zona».
Hugo Herrera, presidente del sector de La Mar considera que el sector, en lo referente a seguridad e imagen se recupera, pero icamente con el apoyo y esfuerzo de la comunidad.
A La Mar «le afean los comerciantes que ahora se ubican, por disposici del mismo Municipio a los dos costados de la calle Pichincha», dice Herrera.
Este cambio que dicen haber logrado los dirigentes se debe a la organizaci de la polic y de los veedores ciudadanos que «tienen diariamente la responsabilidad de detectar a los antisociales y avisar a la polic».
Se estima que en el sector viven aproximadamente 240 mil personas y por ello a La Mar se le ha dividido en tres sectores y aslo vigilan.
Para Herrera la delincuencia ha bajado en un 78% y esos resultados desean presentarlos a las autoridades municipales que ofrecieron resolverles el problema en septiembre del 2003.
Otro de los problemas que identifican es el caos vehicular que actualmente se vive. Se estima que en las horas pico circulan al rededor de 48 carros por minuto y eso preocupa a los dirigentes.
«Nosotros lo que buscamos es recuperar nuestro nombre y asegurar el paso permanente de las personas que diariamente transitan por este sector», dice Herrera
Para el Sargento Segundo Alb la comunidad del sector estunida y es necesario que se reconozcan los logros que han tenido.
«Del Municipio no hemos recibido nada, ni siquiera la capacitaci que nos ofrecieron a cambio de la tasa de seguridad». (PSD)