El agricultor Patricio Lara, quien circulaba la tarde de ayer martes en su motocicleta por una guardarraya rumbo a su trabajo, paró la marcha de su vehículo para verificar la presencia de aves de rapiña y un olor nauseabundo en el sector denominado ‘El Abacá’, de la parroquia La Unión, cantón Quinindé.
“Fue en medio de los matorrales que al bajarme divisé un cuerpo que estaba boca abajo en estado de descomposición, le comuniqué a otros agricultores que pasaban por el lugar y se llamó al ECU-911, luego llegó la Policía y realizaron el levantamiento del cadáver, se trataría de alguien que vinieron a botar por acá, porque nadie reconoció el cuerpo”, refirió brevemente Lara.
Los agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), del cantón Quinindé, al realizar un recorrido de observación por el sector donde estaba el cadáver en descomposición, encontraron entre una plantación de palma africana, un vehículo totalmente incinerado.
Putrefacción
“El occiso tenía una cinta plástica envuelta en su rostro, por su estado de putrefacción, a simple vista no se pudo verificar si tenía orificios de bala o cortes de arma blanca en su cuerpo, será la autopsia que determine la causa de su muerte, mientras que el automóvil incinerado estaba a 1.500 metros de distancia del cadáver”, indicó, un agente policial.
Agregó que una vez verificada la placa del automotor, se comunicaron vía telefónica con la propietaria de nombres Katherine Rodríguez, quien les aseguró que el automóvil lo alquiló días atrás a un ciudadano de nombres Hamilton Chiriguayo Herrera, con quien perdió contacto desde el sábado 12 de diciembre.
El cadáver del ciudadano desconocido, fue trasladado en un vehículo de medicina legal, al centro forense de Esmeraldas. Los agentes de la Dinased, se encuentran realizando trabajos investigativos que permitan identificar al occiso y las circunstancias de su muerte.