Silvana Machuca y su contribución a la creación de entornos inclusivos

CONSTANCIA. Silvana Machuca junto a su hija Aitana.

A su criterio, en el ámbito educativo, el Estado tiene una gran deuda con las personas con discapacidad.

Silvana Machuca ha convertido su lucha personal en una cruzada por la visibilización e inclusión de las personas con síndrome de Down.

Su historia comienza con el nacimiento de su hija, quien llegó al mundo con un cromosoma extra. Desde el primer momento, se enfrentó a la desinformación y los prejuicios, pero lejos de rendirse, decidió convertir su experiencia en una herramienta para el cambio.

Es así que, desde hace ocho años, Silvana se ha dedicado a crear espacios de inclusión a través de la fundación Down SD, la cual creó junto a otras seis madres. En su momento, no encontraban actividades ni apoyo para ayudar a sus hijos.

Educación

Expresó que una de las batallas que ha tenido que enfrentar es en el tema de la educación. Para ella, es una gran deuda que el Estado tiene con las personas con discapacidad, ya que no existe un buen acompañamiento por parte de los docentes.

“Recuerdo que visité tres instituciones educativas. En primera instancia, me dijeron que sí había cupos, pero al mencionar la discapacidad de mi hija, me negaban diciendo que los alumnos estaban completos o que ya se había cubierto el cupo de personas con discapacidad”, sostuvo la activista.

En la actualidad, su hija tiene 16 años de edad, pero Silvana decidió sacarla de la institución educativa al observar que no había ningún avance significativo. Ahora, toma clases de danza en la Casa de la Cultura y sigue un plan de intervención educativa dentro de su hogar.

“Tomé esa decisión porque mi hija se frustraba al ver que sus compañeros seguían avanzando, mientras a ella la tenían en un cuarto pintando o dibujando”, explicó.

EL DATO
La fundación ayuda a 60 familias a través de charlas y terapias con profesionales especializados.

Padres de familia

Otro de los retos diarios que enfrenta Silvana es con los padres de familia, quienes muchas veces ocultan a sus hijos o no les permiten desenvolverse solos debido a la creencia errónea de que, al tener una discapacidad, no pueden hacer nada.

Indicó que en la fundación llevan a cabo capacitaciones y charlas para brindar apoyo a las familias y a las madres que son nuevas, es decir, que acaban de recibir el diagnóstico de la condición de sus bebés.

«La educación y el desarrollo de nuestros hijos provienen de casa, donde les proporcionamos un entorno seguro y fomentamos su independencia. El trato que les brindamos es de vital importancia», comentó.

Ahora están buscando proyectos para los adolescentes que están por terminar la secundaria, con el objetivo de brindarles oportunidades para adquirir nuevas habilidades. (CT)

 

Censo
Otro de los proyectos que tienen en mente es realizar un censo para conocer la población de personas con síndrome de Down. Por el momento, tienen conocimiento que en la región hay cerca de 200 personas con esta condición.
Los trabajos que realizan dentro de la fundación son autogestionados, y la empresa privada ha sido el principal apoyo.