Por: Gonzalo Yépez Palma
Los santodomingueños la recuerdan por la labor emprendida junto a su esposo Ramón Chérrez Chávez (+).
Doña Anita, como todos la llamaban, ha partido a la eternidad. Su fallecimiento se suscitó el jueves 25 de enero de 2024, cuando estaba por cumplir 102 años de vida.
Santo Domingo le recordará con gran afecto por su ejemplo de honestidad, de cariño a esta tierra y a su gente, así como por su sencillez y solidaridad.
Fue la esposa de don Ramón Chérrez Chávez, el primer presidente del concejo municipal y un incansable luchador por el progreso de Santo Domingo. Él falleció el 22 de octubre de 2000, y Anita se retiró de Santo Domingo en 2006 para establecerse en Quito.
Biografía
Anita Muirragui Carrillo nació en Riobamba el 25 de marzo de 1922. Realizó sus estudios primarios en su ciudad natal y cursó la educación secundaria en el colegio Fernández Madrid de Quito, donde se graduó como bachiller en Contabilidad.
Su primera experiencia laboral fue en la botica Pichincha, donde tuvo la oportunidad de conocer a Ramón Chérrez Chávez, un guayaquileño dedicado al desarrollo de fórmulas magistrales en el laboratorio. Fue un encuentro que marcó el inicio de un amor a primera vista, y en poco tiempo, el 9 de abril de 1942, decidieron unir sus vidas en matrimonio.
Con sus primeros cuatro hijos: Carlos, Nelson, Ramón y Jorge vinieron a Santo Domingo a finales de 1947 y abrieron la botica Santo Domingo, la primera farmacia, en enero de 1948, para ayudar a la población aquejada por enfermedades tropicales y otras de la época. Así se constituye en el primer centro de apoyo en salud de la pequeña parroquia Santo Domingo de los Colorados.
Estaba ubicada frente a la plaza principal, bajos del hotel Astoria, donde arrendaban un pequeño local para atender a los habitantes de la parroquia y zonas aledañas.
Doña Anita de Chérrez se dedicó ciento por ciento a la farmacia, a su familia, al apoyo al mejoramiento en salubridad y a la acción social en pro de las necesidades de la ahora provincia. Desde allí, hizo mucha labor social, colaboró con su esposo en las convocatorias a las grandes mingas para crear el Cuerpo de Bomberos.
Además, contribuyó a la educación entregando becas estudiantiles a niños de escasos recursos económicos, con el propósito que estos no abandonen sus estudios. Fue también la motivadora para la creación de la escuela Pío XII y la instauración de la medalla al mérito estudiantil, tras la trágica muerte de su hijo Toñito.
En salud
Siempre se ganó la confianza de todo el pueblo por su acertado criterio. Los clientes hacían cola para que les aconsejara por su sensibilidad e inclusive ayudaba con recetas a personas de recursos limitados que se acercaban a la botica y no tenían dinero para comprarlas.
Acompañó y apoyó a la iglesia católica para la construcción del primer templo, ahora la iglesia matriz. Asimismo, formó parte del voluntariado del Hogar de Ancianos Santa Ana y San Joaquín.
Sin interés en la política
Jamás tuvo la intención de participar directamente en política. Más bien, desde su lugar de trabajo y entorno familiar, apoyó a su esposo en sus nobles propósitos por trabajar en bien del mejoramiento y desarrollo de la comunidad, así como de un ambiente sano y sostenible.
Fue fuente de inspiración para muchas personas a través de su optimismo y honestidad, brindando ánimo, alegría y una chispa especial con la palabra correcta y precisa. Su mano siempre estaba extendida para ayudar. Se destacó como el pilar principal en la empresa y la familia, especialmente cuando su esposo se ausentaba para perseguir sus deseos y el afán de cristalizar grandes proyectos para el pequeño pueblo, ahora provincia.
Adiós doña Anita Muirragui de Chérrez, disfrute de la presencia de Dios.
EL DATO Ahora botica Santo Domingo es una empresa a cargo de sus hijos, liderada por Jorge y su esposa Martha Abad.