Por Lenin V. Paladines Paredes
‘Watchmen’ es una novela gráfica publicada en 1985, escrita por Alan Moore y con ilustraciones de Dan Gibbons. Fue difundida en un formato seriado de 12 volúmenes entre 1985 y 1986, por la empresa norteamericana DC Comics, y supuso un punto de inflexión en la manera en que se concebía al cómic como género discursivo y narrativo.
La novela toma como inspiración una frase de la Sátira VI de Décimo Junio Juvenal (346 d.C), que en latín reza ‘quis custodiet ipsos custodes?’ (¿quién vigilará a los vigilantes?). Esta se convierte en el eje del argumento de una historia atípica de superhéroes y villanos:
En un mundo alternativo, en los años 80, los vigilantes (traducción de ‘watchmen’) coexisten con las fuerzas policiales y militares y actúan por decisión propia, sin una regulación oficial. Por eso, el gobierno ha limitado y prohibido su accionar. Esta cita pintarrajeada en las calles es una pregunta crítica desde el ciudadano común hacia las fuerzas del orden público. El bien y el mal se presentan como una especie de elección propia y subjetiva de los vigilantes, en una época resquebrajada y convulsa.
Vigencia histórica
La obra se publicó en un momento histórico tenso, en medio del pánico generalizado por la posibilidad de un holocausto nuclear, debido al recrudecimiento de las relaciones entre EE.UU. y la URSS.
En el cómic, Moore reflexiona sobre la figura del héroe desde inicios del siglo XX y se propone reconstruirla, haciéndolo completamente humano y planteándole conflictos reales y mundanos.
En ‘Watchmen’, los vigilantes no poseen superpoderes devenidos de accidentes fortuitos o experimentos de ciencia ficción, excepto uno, Dr. Manhattan, quien es producto de una explosión nuclear y se convierte en un ente todopoderoso, que genera rechazo al producirles cáncer a sus compañeros y debe exiliarse a Marte, en completa soledad. Aquí, el autor nos muestra a los superhéroes como personajes aislados de una sociedad confundida, que no los aprecia y que, además, no entiende su papel en el sistema.
Cuando pregunta quién vigila a los vigilantes, Moore está preguntando: ¿Quién vigila al Estado? ¿Quién controla las decisiones que nos afectan? ‘Watchmen’, entonces, se convierte en un instrumento de crítica social que atañe a todo el que se ha preguntado alguna vez cómo funcionan las estructuras sociales.
Enfundada en un argumento fantástico, la obra presenta la permanente discusión sobre el control que ejercen (o ejercían) sobre nosotros los medios de comunicación en la determinación de una respuesta moral que, a la final, se resuelve analizando qué es lo que realmente nos afecta a nivel individual y qué es lo que podemos soportar.
‘Watchmen’ se disfraza de una serie clásica de superhéroes, con lugares comunes y elementos referentes para cualquier iniciado en el tema, con el objetivo de contar una historia personal y hacer una crítica a los sistemas morales contemporáneos: todo puede estar bien, siempre y cuando no nos incomode.
El objetivo es incomodar y hacer pensar. Por eso, la obra lo hizo merecedor del premio Hugo en 1988, galardón nunca antes otorgado a una novela gráfica.
La idea de Moore de reconstruir el universo de los cómics en un formato novedoso. Con una historia potente y una escritura compleja, convierte a esta obra en un texto que vence a los estándares de la literatura convencional y las construcciones sociales sobre la lectura de formatos gráficos, además de presentar personajes que enfrentan conflictos reales, producto de la inspiración de lo más abyecto de la sociedad. Al final, Moore nos deja con dos interrogantes: ¿Quién nos protege?, y ¿De qué nos protegen?