Gobierno insiste en el veto parcial a la mordaza correísta

Política. Guillermo Lasso se comprometió a eliminar la Ley de Comunicación en su campaña presidencial.
Política. Guillermo Lasso se comprometió a eliminar la Ley de Comunicación en su campaña presidencial.

El régimen ignoró los pedidos de distintos sectores de un veto total. La Corte Constitucional será determinante.

El Gobierno, definitivamente, enviará un veto parcial a las reformas a la Ley de Comunicación. Esto pese a los pedidos de distintos sectores relacionados con la comunicación y el periodismo para que el presidente Guillermo Lasso vete totalmente esa propuesta, liderada por el correísmo.

Fuentes de Carondelet dijeron que el veto llegará a la Asamblea hoy, antes del mediodía. Sin embargo, luego de tres encuentros del Gobierno con esos actores el veto cambiará.

Los eventos en Quito, Cuenca y Guayaquil, sirvieron para que el régimen explique, detalladamente, cómo busca modificar el texto correísta en un 70%, con lo cual un 30% sería aceptado. En un principio.

Además, de una consulta a la Corte Constitucional en aspectos como la eliminación de la opinión como contenido comunicacional, la limitación a la prohibición de la censura previa, la propuesta de aprobación de planes de comunicación de los medios por Arcotel y la exclusión de los medios comunitarios del régimen normativo aplicable a todos los demás medios.

En este punto es donde habrá cambios. Desde la Presidencia aseguraron que se enviarán más objeciones por inconstitucionalidad a la Corte Constitucional.

Ese Tribunal deberá decidir si da paso a las propuestas correístas o no. Desde el Gobierno creen que la reforma quedará lista en 60 días.

Las razones

En los encuentros con distintos actores se comunicó el argumento del Gobierno para no vetar totalmente la propuesta de reformas: las condiciones políticas en las que estará sumido el país dentro de un año son inciertas. La oposición pudiera ganar definitivamente e imponer su ley mordaza.

Sin embargo, el Secretario Laso, y su equipo, escuchó a una mayoría en contra de ese tipo de veto. Desde los inconformes, el argumento central fue que este Gobierno debe dar un mensaje claro de que no está dispuesto a jugar el juego de quienes acabaron con la libertad de expresión. El no rotundo, a través de un veto total, sería un mensaje contra la corrupción, el totalitarismo.

Los posibles cálculos o acuerdos políticos por un veto parcial no interesaron. Tampoco las condiciones políticas dentro de un año.

Hoy, desde las 11:00 se realizará una reunión en Carondelet para explicar el nuevo veto a comunicadores y periodistas. (DLH)