La violencia y el machismo alejan a las mujeres de la política

GÉNERO. Las mujeres son atacadas no por su gestión en política, sino por aspectos personales o físicos. Ilustración: LEVANTE-EMV
GÉNERO. Las mujeres son atacadas no por su gestión en política, sino por aspectos personales o físicos. Ilustración: LEVANTE-EMV

Políticas y académicas sufren violencia en redes, donde son insultadas con comentarios sobre su físico o su vida personal. Un monitoreo registra 15.630 publicaciones violentas contra mujeres.

“Perra”, “Ridícula”, “Vieja”. Estos son algunos de los insultos que se usan en redes sociales para referirse a una mujer dentro del ámbito político. La Corporación Participación Ciudadana presentó un reporte de monitoreo sobre violencia política, contra las mujeres políticas y quienes desempeñan cargos de
relevancia
, desde el 1 de diciembre de 2019 hasta el 30 de septiembre de 2023.

Desde el inicio del monitoreo se revisaron las cuentas de la red social X de 36 mujeres con representatividad pública; entre ellas, funcionarias, periodistas y representantes de la sociedad civil.

Desde diciembre de 2022 se monitoreó un total de 61 cuentas de mujeres con visibilidad pública.

 En estos 46 meses, las mujeres fueron víctimas de violencia, mediante “memes”, imágenes, expresiones y frases en esta red social.

En total se contabilizaron 15.630 publicaciones con 1.087 expresiones con contenido discriminatorio y 2.853 frases del mismo tipo.

¿Cómo afecta?

 Ana María Córdova, politóloga, señala que las mujeres en la política reciben críticas e insultos que, a diferencia de los hombres, no están ligados a su desempeño en un cargo, sino a su físico o vida personal.  Esta exposición y violencia están entre las principales causas que obstaculizan a una mujer a asumir puestos de representación popular o cargos políticos.

“Una mujer que ve cómo se menoscaba la dignidad de una política, posiblemente piense dos veces antes de acceder a una candidatura. Entonces, se condicionan pese a tener altas capacidades”, señala Córdova.

Así se inicia una segregación de la vocación de género. “Las nuevas generaciones pensarán entonces que hay más hombres en política porque son más capaces, porque hay carreras –entre comillas– para hombres y para mujeres; cuando no es así”, agrega la politóloga.

Brechas de género

ONU Mujeres ha señalado que la violencia política influye para que existan bajos niveles de participación de mujeres en los procesos de elecciones.

Esto se puede ver en que, desde 2014, el porcentaje de participación de mujeres en esta esfera no tiene gran aumento. En ese año, apenas un 42,1% de candidaturas fueron de mujeres. Es decir, no se llega ni a la mitad.

En 2019, ONU Mujeres menciona que no se vieron grandes cambios en las elecciones seccionales y advierte que las  brechas de género en campo político se visualizan en municipios y prefecturas. (AVV)

Pronunciamiento machista tras derrota de Luisa González

Luisa González se convirtió en la primera mujer del Ecuador en llegar a una segunda vuelta electoral de una Presidencia. La candidata del correísmo perdió frente a Daniel Noboa y las lecturas de la derrota apuntan, de manera errada, a las mujeres y el feminismo.

El analista jurídico, Augusto Tandazo, señaló que “la mujer votó contra Luisa González” y destacó que “la mujer creyó que estaba en competencia con Luisa González (…) la mujer cree que González le va a quitar el marido”, dijo al señalar que no hubo votos porque la candidata “es guapa y soltera”.

Dolores Miño, abogada y defensora de derechos humanos, señala que las afirmaciones de Tandazo responden a una cultura machista en dos vías: primero que hombres se atribuyen ideas o sentires de mujeres. “Nos explican cómo pensamos y sentimos las mujeres, desde una superioridad moral del ser hombre”.

Lo siguiente es la forma de cómo se expresa Tandazo, lo que “dice mucho sobre cómo nos perciben a las mujeres”.

Cuando Tandazo menciona que “la mujer no votó por González”, significa –dice Miño– que “nos perciben como una masa uniforme (…) que el hecho de tener útero es como que nos hace a todas iguales, todas pensamos igual y no somos individuos con ideas propias o divergentes”.

El comentario también refuerza el estigma de que las mujeres se envidian entre sí y que la lectura política, a diferencia de los hombres, se basa en emociones y no racionalidad. (AVV)