Un vacío inexplicable

El informe del presidente Lenín Moreno ha despertado un debate en que los lados positivos superan a los negativos. Obliga a pensar en cómo serán los tres años que nos quedan a los ecuatorianos con su régimen, en particular en economía y desarrollo social, donde las estrategias planteadas gozan de evidentes consensos. Sin lugar a dudas se trata del primer resultado plausible de su política de diálogo, respeto al contrario, moderación en el lenguaje y cese de las políticas persecutorias de diez años de correísmo totalitario.

Sin embargo, el moderado pero ambicioso plan económico necesita de la asistencia de acciones coordinadas con frentes como el de la política exterior. Un tema, el de la política exterior, notoriamente ausente en el Informe a la Nación del pasado 24 de mayo. El Presidente, constitucionalmente, es responsable de la política exterior del país y y a es tiempo de que diga al país cómo dirige la política exterior, con cuáles objetivos y en compañía de quiénes.
¿Cómo acercarnos a las instituciones multilaterales de créditos, sin estrechar relaciones con sus principales accionistas? No se trata, en política exterior, de si una figura resulta antipática para algún sector de la opinión pública, sino si es una persona capaz de llevarla adelante con la inteligencia que demanda la crisis económica y social que dejará Correa “sobre la mesa”.

Ese fue un vacío inexplicable que es imprescindible llenar cuanto antes, en aras del éxito de cuanto se dijo, se prometió y dio por hecho en el Informe rendido al país por el presidente Moreno.


Una mentira no tendría ningún sentido a menos que sintiéramos la verdad como algo peligroso”. Alfred Adler Sicólogo austríaco (1870-1937)

Cuando las posibilidades no están a favor, haz que lo estén”. Ian Fleming Escritor inglés (1908-1964)