“Prueben que soy corrupto e iré caminando a la cárcel”. Así defendía Luiz Inácio Lula da Silva su inocencia cuando ya estaba cercado por la Justicia y la caída del ‘hijo de Brasil’, como quedó bautizado en una película sobre su vida, era imparable. El hombre, ejemplo para la izquierda latinoamericana, logró salir de la miseria, estudiar, liderar un sindicato y alcanzar la Presidencia.
Ahora se agrega a su carrera una condena en primera instancia a nueve años y medio de prisión por corrupción.
Una historia con un triste final para un hombre que enarboló la bandera de los trabajadores y la igualdad social, y convenció al mundo del éxito de su ‘revolución’ pacífica.
“Nunca antes en este país…” era una de su muletillas. Se refería a las conquistas sociales y económicas de su gobierno. Pero el poder es irónico: nunca antes en Brasil un expresidente había sido condenado y menos por corrupción, o sea el uso del poder público en beneficio propio. La sentencia representa una espectacular caída para quien fuera uno de los mandatarios más populares pero también es un ejemplo de cómo debe funcionar la Justicia, sobre todo en estos tiempos en que el mismo mal cobija a tantos altos funcionarios.
Los abogados del expresidente dicen que es inocente y que la condena obedece a razones políticas. Lula seguirá en libertad a la espera de la apelación, un proceso que puede tomar al menos ocho meses. Si se confirma la sentencia, ya no podrá acceder de nuevo a la Presidencia y supondrá un final trágico para esta telenovela brasileña.
Frases
El presente solo se forma del pasado, y lo que se encuentra en el efecto estaba ya en la causa.
Henri Bergson
Escritor, profesor, filósofo y
sociólogo francés (1859-1941).
Aquello que nos promete el paraíso en la tierra nunca produjo nada, sino un infierno.
Karl Popper
Filósofo y sociólogo austríaco (1902-1994).