Tabú de los paquetazos

César Eduardo Briceño Toledo

El mandatario expresó hace meses que no iba a incrementar los precios de los combustibles, que no habrá paquetazo. Elevar los precios de los combustibles sí es un paquetazo que afecta a la economía popular. De los ocho millones que representan la fuerza laboral, cinco millones están desempleados, subempleados o ganan menos que el SBU. Un millón gana apenas $ 386,00.

El SRI determinó que los grandes empresarios ganaron 9.600 millones de dólares, con deudas tributarias por 4 mil millones de dólares; como “premio” se le concede una tercera remisión para 60 empresas 1.700 millones de dólares: 700 millones de dólares a las empresas petroleras transnacionales, a los tres bancos más importantes del país 47 millones, a la bananera Noboa 44 millones. La remisión es por tercera ocasión: dos veces anteriores por el prófugo de la justicia Rafael Correa. Se intuye que elevar el precio de la gasolina súper es un primer paso de lo que llama el FMI el gradualismo. Luego se argumentará que la gente se pasó a la gasolina extra, la elevarán y mañana el diésel y después al gas.

Analistas económicos sugieren como: Eliminar la intermediación petrolera con Petrochina y Tailandia que estamos pagando 4 dólares por barril, que suman 480 millones de dólares al año equivalente a todos los subsidios del gas. Un tope salarial al sector público para evitar los mega sueldos, de funcionarios como: Asambleístas, Ministros y otros ejecutivos. Eliminar instituciones y burócratas innecesarios. Con estas medidas de austeridad se ahorraría 600 millones equivalente al subsidio del diésel.

Cuatro presidentes de la última década se retractaron en las alzas del precio del combustible, por tener un alto costo político. Existe preocupación en los Movimientos Sociales del país, que amenazan con movilizaciones multitudinarias. (O)