Remo Cornejo Luque
Se cumplió en nuestro país la 60ª reunión anual de las Asambleas de Gobernadores del BID que reúne a ministros de Hacienda, Economía o presidentes de los bancos centrales de sus 48 países integrantes.
Para el gobierno morenista esta cita fue vital en las perspectivas de afirmar relaciones para mayores empréstitos y compromisos internacionales. El BID ha sido y es uno de los organismos internacionales que, junto al Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, cumple el papel de punta de lanza en la ejecución de programas neoliberales, de manera que esta Asamblea no es otra cosa que un cónclave de representantes de los intereses del capital financiero internacional.
Por la política económica que impulsa el actual gobierno, de seguro que se promovieron el plan de privatizaciones de varias empresas estatales, las propuestas de reformas laboral y tributaria, los planes de «achicamiento» del Estado que implican mandar a la desocupación a miles de trabajadores y empleados, todo lo cual forma parte de los «compromisos» suscritos con el FMI. Entre las privatizaciones se encuentra CNT que, aun siendo mal administrada, produce ganancias anuales de 182 millones de dólares y controla poco más del 50% de usuarios de internet del país.
El Gobierno se complace con las palmaditas que le dan los organismos internacionales, mientras el rechazo popular a su gestión crece. Según últimos sondeos de opinión, el 68,4% de ecuatorianos rechaza la política gubernamental, pues, miran y sienten que Moreno y su equipo no están comprometidos con los trabajadores y el pueblo.
Cuando organismos como el BID se reúnen en nuestro país, y lo hacen contentos por lo que aquí está ocurriendo, eso indica que las cosas van mal para el pueblo. (O)