En dos frentes se ventila el caso del asesinato del general Jorge Gabela: los tribunales y la Asamblea Nacional. En ambos se evidencia el encubrimiento como práctica y sistema del régimen de Rafael Correa. Un tema que vuelve una y otra vez a estar en el debate político, pues de mantenerse semejante conducta el destino de nuestra democracia y de nuestro Estado de derecho es muy incierto.
Se devela en ambos escenarios un verdadero “océano de odio” contra quienes en esa época tuvieron el atrevimiento de cuestionar alguna de las decisiones gubernamentales. En este caso, los señalamientos fundamentados del general Gabela en contra de la irresponsable (e interesada) compra de los helicópteros Dhruv. Sus reparos se constataron luego con dolorosas pérdidas humanas y materiales.
Se reclama el tercer producto del examen pericial que se hiciera del asesinato. Por fortuna, el Presidente acaba de levantar la reserva al respecto. En el correísmo se apostó por desvanecer de la memoria colectiva los sucesos y, más aún, la identidad de sus mentalizadores y ejecutores, lo que refleja una violencia institucional y una ideología totalitaria con el miedo como instrumento político.
La seguridad nacional nunca peligró si se develaba el informe, sino la posibilidad cierta de que fueran a dar a la cárcel los responsables del asesinato y de las víctimas de los Dhruv. Personajes que pertenecerían a los círculos más estrechos del gobierno correísta y de su líder. De ahí el ocultamiento y el silencio, incluso de algunos de los que han declarado que el “tercer producto” estuvo en sus manos.
Me tendré por muy honrado con el epíteto de humilde siervo de la nación”. José María Morelos Religioso y patriota mexicano (1765-1815)
El orden social no puede ser más que un equilibrio de fuerzas”. Simone Weil Filósofa y revolucionaria francesa (1909-1943)