‘No insulten la inteligencia del pueblo’

Estamos ante uno de los espectáculos más lamentables, bochornosos y rocambolescos de la historia ecuatoriana contemporánea. El escándalo de los sobornos multimillonarios de Odebrecht a funcionarios del Gobierno anterior de la revolución ciudadana, en el que supuestamente es figura clave el aún vicepresidente, Jorge Glas, es una fuerte sacudida a las bases morales de la política del país.

El fin de semana, en la conmemoración de otro aniversario de la Constitución, el presidente, Lenín Moreno, subió el tono de su discurso sobre este caso. Empleó frases fuertes e hizo señalamientos contundentes a sus protagonistas visibles, a los supuestos cabecillas más publicitados y también a los que se ocultan tras bambalinas. Esos que son, en definitiva, los grandes responsables de la corrupción en el país.

“¡No sigan defendiendo a los corruptos! Si usted es honesto, libérese de los corruptos”, advirtió el Presidente a sus adláteres aún empeñados en no ver, no oír, no hablar y no pensar con cabeza propia, si es que acaso no tuvieren ‘rabo de paja’. “Se ha dado de llamar revolución a cualquier pendejada”, dijo visiblemente indignado. Y añadió: “No insulten la inteligencia del pueblo, no sean sinvergüenzas”.

Así fijó Moreno el marco político y judicial en que se desenvolverán sus acciones respecto al caso Odebrecht y sobre los que paulatinamente se habrán de develar y sancionar, si es que la Función Judicial hace honor a su nombre y a su responsabilidad histórica. Es triste que nuestra sociedad tenga que, una vez más, luchar por adecentar al Estado que debería ser su escudo.

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Una cosa no es justa por el hecho de ser ley. Debe ser ley porque es justa”.Montesquieu
Escritor y político francés
(1689-1755) La más estricta
justicia no creo que sea siempre la mejor política”.Abraham Lincoln
Político estadounidense (1808-1865)