¡No disparen!

El regreso de las FARC a las armas en Colombia implica varios movimientos aleatorios y estrategias de prevención en la región. Cinco jefes guerrilleros, que se fugaron tras el acuerdo de paz negociado en la Habana, vuelven a la clandestinidad y amenazan con el rearme de todos los grupos dispersos subversivos. Así, la industria de las armas, el secuestro extorsivo y el narcotráfico renuevan estructuras bajo el amparo de Nicolás Maduro, según denunció el gobierno colombiano a la prensa internacional.

La centralidad e identificación del crimen organizado permite diseñar estrategias de seguridad y diplomacia en el resto de países. Pero, la geopolítica del narcotráfico se expande tras ese espectro dictatorial del populismo, cargado de represión colosal deshumanizada y el colapso de la economía formal: el relanzamiento de la actividad guerrillera, con seguridad, aparece en suelo venezolano.

Craso error creer que con militares en las calles disminuye la delincuencia cuando en la herencia del autoritarismo del correato persiste en la justicia amañada. Jueces y fiscales dedicados a liberar antisociales reincidentes con tarifa, enjuiciar policías por capturar narcos y usufructuar el narcolavado.

Punto aparte la expansión del uso de armas, siembra de droga y proliferación de laboratorios para hoja de coca. Multimillonarios ingresos para quienes no contemplan lo más apreciado que tiene el mundo para sostenimiento y sano disfrute de todos: la naturaleza.

¿No es ingenuo creer en industrias de armas y concesiones privadas a transnacionales mineras y petroleras, o el saqueo de maderas finas y telecomunicaciones? ¿Quién ejerce y pone en práctica la destrucción de bosques, mares, selvas, quebradas y fuentes de agua? ¿No es algo aturdido construir otra Refinería en Esmeraldas cuando el parque automotor mundial y el desarrollo sustentable evolucionan a la energía eléctrica, motores a gas y otras energías? ¿La edad de la inocencia no se aprende a punta de golpes, conocimientos y frustraciones? ¡Habrá que esperar la lucha social para detener el averno fortuito de armas, incendios y droga; pero, que nadie dispare la primera bala!

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@klebermantillac