La raíz del desastre

Recomponer el sistema judicial es para todos abrir el camino al derecho ciudadano y la paz social. Hay un complejo entramado burocrático correísta y delincuencial incrustado en el Gobierno y el Estado, según lo prueban los hechos. Una cosa es exagerar u ocultar, otra mentir sobre los hechos junto a su negación absoluta y peor aún, el ocultar datos y evidencias

Grilletes electrónicos que funcionan para unos y para otros no; sentencias que de tan suaves, son muy sospechosas; los cabecillas de la corrupción fuera del país; penetración de la narcoguerrilla en las Fuerzas Armadas y la Policía, ¿dónde está la raíz del desastre? Se constata contundentemente en el sistema de justicia que opera en el país, que demanda una sacudida a fondo.

No para que sea feudo de los políticos nuevos o viejos, sino para que se coloque en cada instancia operadores leales a la confianza que la sociedad ha depositado en ellos. Se anhela una regeneración que debe venir desde dentro, para recuperar su fibra moral e integridad intelectual. No podemos hacer del aparato de la justicia (otra vez) un instrumento de represión y ocultamiento del delito.

La Función Judicial es esencial en el ordenamiento republicano y democrático. Su descrédito nos lleva a los ciudadanos a la incredulidad y la indiferencia, y a echar a los profesionales probos y decentes que hay en nuestro sistema judicial, en el mismo saco de los delincuentes. Las democracias ya no caen por golpes militares, sino por el peso de la corrupción material y moral. Ecuador no resiste otra “metida de mano en la justicia”.


La utopía es el principio de todo progreso y el diseño de un futuro mejor”. Anatole France Escritor francés (1844-1924)

¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”. Eduardo Galeano Escritor y periodista uruguayo (1940-2015)