La nueva oleada migratoria latinoamericana nace de la implantación del populismo en nuestras tierras desde un muy temprano siglo XX. Cuando el populismo se inclina a la derecha o a la izquierda el volumen y composición de las oleadas migratorias varía. Así también su exaltación y satanización de la intelectualidad y la clase política de cada país receptor y de sus medios de comunicación.
El populismo peca de la enorme irresponsabilidad de repartir una riqueza que otros crearon y no saber cómo hacerla, siempre inspirados en un líder mesiánico y carismático. Así ocurre en Venezuela, cuyo régimen carece de solvencia económica hasta en lo más elemental, que justifica con las amenazas y conspiraciones imperiales y la labor de zapa de los enemigos del pueblo y los traidores a la nación.
Los regímenes de Venezuela y Nicaragua saben de la teoría de las “olla de presión” que aplicaran sus mentores ideológicos. Consiste en abrir las fronteras para que salgan al exterior sus declarados o posibles enemigos, junto con aquellos sectores de población marginal que les crean problemas sociales internos de muy diversa índole, todos relacionados con la cultura que genera la pobreza.
La “olla de presión” trae dinero fresco en remesas familiares que, infortunadamente, sirven para el sostenimiento del régimen. Recursos financieros gratuitos y necesarios para sostener y alimentar la maquinaria represiva, así como sostener a la nueva clase instalada en el Estado. Solo una política concertada entre los gobiernos latinoamericanos víctimas de la “olla de presión”, puede revertir el proceso.
Las emociones controlan mucho más la razón que la razón la emoción”. Estanislao Bachrach Biólogo argentino (1971)
El concepto real y vivo es el de que la libertad es una capacidad para el bien y
para el mal”. Friedrich Schelling Filósofo alemán (1775-1854)