La Navidad y sus regalos, ¡domesticación de nuestra cultura!

Hernán Yaguana R.

Estamos ya viviendo las fiestas de Navidad, por todos lados y a cada momento la publicidad nos recuerda que, en este mes, más que en cualquier otro, es donde se deben dar obsequios. Es tan sugerente e insistente el mensaje nadie se escapa de él: en los almacenes, en los medios de comunicación, en las oficinas, en el hogar, y en nuestro instinto mismo está la noción que debemos comprar algo para regalar. La pregunta es ¿Estamos actuando bien?, o será que hemos desviado el mensaje desde el concepto mismo. Si vemos en su definición, la palabra Navidad nos hace mención a: nacimiento, nación y natividad. Entonces ¿Quién o quiénes fueron los culpables de trastocar el mensaje? ¡Seguramente no fue el Niño Dios!, las sospechas van por Walt Disney o Hollywood – mecas de la producción audiovisual mundial- quienes, a través de elaboraciones ficticias, nos volvieron a culturizar, destrozando nuestra identidad e imponiéndonos la suya. Sutilmente nos dijeron que la nieve, el hombre de barba blanca y unos renos a los cuales nunca veremos por nuestra geografía, son parte de nosotros.

El símbolo mundial de la Navidad, desde hace mucho tiempo, es Papá Noel y sus carrozas llenas de regalos. Las costumbres y tradiciones ancestrales nuestras ya no tienen cabida dentro del capitalismo globalizante, simplemente se han convertido en objetos que responden a la historia más que al presente.

Así como el término Navidad es digerido tan a la ligera, existen otros, usados diariamente como: economía, desigualdad, pobreza, migración, etc., a los cuales debemos tratarlos desde nuestra oralidad y tradiciones. No dejar en manos externas la construcción de palabras que nos roban la posibilidad de pensarnos a nosotros mismos. Como decía Antonio Gramsci “Al pesimismo de la inteligencia, el optimismo de la voluntad”. (O)

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