Dos años atrás se acuñó en el imaginario popular la ‘Mashicard’. En una entrevista sobre el estado de la economía y el crecimiento de la deuda, el expresidente Rafael Correa propuso una analogía: las familias, en una época de crisis, podían subsistir utilizando la tarjeta de crédito. Es decir: endeudándose.
Aquello pareciera haberse convertido en política pública. “Se trata de algo que el país requiere, no es una cuestión de voluntad”, dijo a los medios Carlos de la Torre, ministro de Economía, en un ejercicio de dramática transparencia en pleno miércoles de ceniza… De hecho, el Gobierno acaba de emitir USD 500 millones en eurobonos.
La Hora reportó, semanas atrás, que el actual Gobierno se está endeudando a un ritmo que frisa los USD 1.000 millones mensuales –claro: mucho de aquello responde a créditos contratados en el Régimen anterior–. Y lo complejo es que una parte de los compromisos actuales será destinada para honrar los intereses de los compromisos adquiridos en la década en que los operadores propagandísticos oficiales pintaban a Ecuador como el ‘jaguar’ de América Latina.
¿El Gobierno de Lenín Moreno, que en parte mantiene el pensamiento económico de su antecesor, se ha quedado sin opciones para enfrentar los huecos fiscales? ¿Es factible acelerar los procesos de renegociación petrolera para contar con márgenes a favor del Estado? ¿Hemos vuelto a generar inquietudes en otros multilaterales de crédito para ya no contar con ellos? ¿Debemos seguir atados a esquemas leoninos de financiamiento como ocurre con China?
Entre tantas dudas hay una certeza: la ‘Mashicard’ sigue activa.
El capital no es un mal en sí mismo, el mal radica en su mal uso”. Mahatma Gandhi (1869-1948) Político y pensador indio.
No es vergonzoso nacer pobre, lo es el llegar a serlo por acciones torpes”. Menandro de Atenas (342 adC-292 aC) Dramaturgo griego.