La mano sucia de Chevron, la mano sucia de Correa y la mano sucia del Tribunal de la Haya

Hever Sánchez M.

Entre 1964 y 1992 operó la empresa norteamericana en nuestro país. Operó con cero respeto a la vida de los habitantes, con cero respeto a la madre naturaleza y en general, con cero respeto al país que tanto dinero les hacía ganar.

Durante los 30 años que Chevron se surtió de nuestro petróleo, realizó excavaciones y perforó cerca de 400 pozos, más de mil fosas en donde arrojó todo tipo de elementos tóxicos que sistemáticamente afectaron a la salud de los habitantes del lugar. Esto en más de dos millones de hectáreas. El término ecocidio para esta aberración, se queda corto.

Después de 30 años de saqueo y de envenenar el medio ambiente, de condenar a la enfermedad del cáncer a comunidades enteras y de someter a la tierra a la erosión perpetua, Chevron abandona el país. El justo reclamo por una indemnización no se hizo esperar pero en un mundo en donde lo económico manda más que la vida y la moral, no es de extrañarse que no se haya hecho justicia después de tantos años de litigio. El Tribunal de la Haya acaba de fallar en contra del Ecuador en este caso. Tampoco es de extrañarse: a quién más habría de defender un Tribunal que está en el corazón de occidente sino para servir evidentemente a Occidente; siempre nos hemos preguntado por qué tan alto Tribunal no opera desde Maputo, Luanda o Puerto Príncipe?

Es importante resaltar el vergonzoso manejo de la política exterior en este caso por parte del gobierno anterior. Un presidente que más le interesaba ‘figuretear’ cual modelo de revista barata que luchar por los altos intereses de la Patria. Gastó millones para exaltar su figura mientras al país lo sumía en la profunda crisis que hoy padecemos y que tenemos y que tenemos que afrontar. (O)