El silencio de Maduro

Nicolás Maduro sabía que el ambiente estaba caldeado. En los dos primeros días de la asamblea general de la ONU las críticas al régimen ‘venezolanizaron’ el debate, fruto de esto fue aprobada una resolución que insta al gobierno de Caracas a dejar entrar ayuda humanitaria.

Se dio así porque la mayoría de los presidentes del continente hicieron sus intervenciones. Desde Trump a Macri, pasando por Lenín Moreno, Iván Duque, Juan Carlos Varela y Martín Vizcarra. El apoyo a Venezuela vino -como era de esperarse- de Cuba, Nicaragua y Bolivia.

Como dicen que la mejor defensa es el ataque, Maduro jugó ese papel. Ante un auditorio casi vacío habló durante 40 minutos y no dijo nada.

Primero condenó “la agresión permanente” de Washington, pero dijo que quería reunirse con Trump y estrecharle la mano. Y, claro, habló de la migración, pero para negarla, como siempre lo ha hecho.

Y, como era de esperarse, se presentó como una víctima. Como el sucesor de Bolívar y Chávez al que el imperio persigue sin misericordia. Además, le huyó a la prensa internacional para no responder preguntas incómodas.

No habló, por ejemplo, de las ejecuciones extrajudiciales que el mandatario de Perú llevó a colación. Tampoco se refirió a la economía de su país que está al borde del colapso; o cómo la nación con las mayores reservas petroleras del mundo atraviesa una fuerte escasez de alimentos y medicinas que ha empujado al exilio a más de 2,3 millones de ciudadanos. Así que la clave de Maduro no estuvo en lo que dijo, sino en lo que calló.


Fantasía más fantasía no puede sino dar algo más fantástico”. Antonio Skármeta Escritor chileno (1940)

Es la búsqueda de la verdad, no la posesión de la verdad lo que da valor a la filosofía”. Karl Theodor Jaspers Psiquiatra y filósofo alemán (1883-1969)