Desesperación y primitivismo

Movidos por su cobardía, miedo, impotencia, trastornos de personalidad, soberbia, orgullo, fanatismo ideológico o ira, un supuesto movimiento político amenazó a la fiscal Diana Salazar con atentar contra su vida por su desempeño en el caso Odebrecht, en general, y sobre la supuesta implicación del Vicepresidente. Es la ‘ley de la selva’ en acción.

Para entorpecer la acción de la justicia, como en esta ocasión, se echa mano a cualquier bajeza. Esto conlleva graves consecuencias sociales y políticas. Refleja una penosa falta de argumentos para defender las ideas propias y la decencia de sus líderes.

La Policía ha doblado el número de agentes que la protegen pero, ¿será suficiente? Se deberían examinar los procedimientos para detener a posibles ‘terroristas’ aplicados en tiempos de las sabatinas y totalitarismo tipo siglo XXI, tal vez sirvan ahora para poner tras las rejas a quienes, de hecho, se declaran a sí mismos como terroristas plenos.

La amenaza requiere una acción inmediata y contundente. Sabemos que constituye un delito contra la libertad, según dicen los tratados de jurisprudencia, por el que una persona expresa a otra, mediante actuaciones o palabras. Y, además, que para la amenaza que se consume es necesario que llegue a conocimiento del amenazado. ¿Se hubiera arriesgado este hombre o mujer, se quien sea, a un acto tan infame de no sentirse apoyado o aplaudido? Los partidos y movimientos deberían tener planes sistemáticos de educación política de sus dirigentes y miembros para evitar este tipo de actos que solo reflejan desesperación y primitivismo.


No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer”. Goethe Poeta y dramaturgo alemán (1749-1832)

El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho”. William Shakespeare Escritor inglés (1564-1616)