Cartas al Director…

¡Actitud que se vuelve norma…!

Hace poco, una buena amiga me contaba, muy conmovida, que por un problema creado por malos vecinos cuyo impacto amenaza la seguridad de su casa y las de otros propietarios, ubicadas en un barrio del sector de Zamora Huayco, debió asistir al Municipio de Loja, en busca de una solución al problema que los aqueja.

La mencionada dama fue direccionada hacia la dependencia que, según entendió, su responsable era “la mandamás” que solucionaría esta clase de problemas; pero, ¡oh sorpresa!, la funcionaria era, nada más y nada menos, que su amiguita de la infancia; acto seguido la invadió un sentimiento de alivio, presintió que estaba cerca de acabar con el problema que por mucho tiempo la agobiaba. Pero, no fue así, pues al momento de tratar de exponer su problema y de explicar sus razones por demás evidentes, y, en el supuesto de que era el Municipio la entidad indicada para solucionarlo, se topó con que su “amiguita” se había transformado en una “indomable fierecilla“, obnubilada posiblemente por el efímero poder, y aparentemente convencida de su “altísimo” nivel, que mediante un altisonante, prepotente y despótico monólogo, esgrimía, según ella, la absoluta verdad, que no aceptaba otra sino la que le dictaba su poco raciocinio y falta de tolerancia para saber escuchar a la otra parte, y que, para “sellar con broche de oro”, la burócrata había exclamando al final de su perorata “…que el Municipio no gastaría un solo centavo en solucionar problemas de dos o tres “pelucones”, y que el proyecto que había servido para la canalización de aguas lluvias – exhibido por la afectada-, lo botaría a la basura, si le da la gana…”. ¡Qué tal!

La “víctima” de este atropello es una ciudadana honesta y cabal, brillante profesional que, por su especialidad, brinda una muy importante ayuda a la comunidad lojana, a más de ser una puntual contribuyente en el pago de sus impuestos.

Leonardo Cueva Piedra

C.1100076106