Alarma en la frontera

La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha alertado del desplazamiento de centenares de personas de comunidades indígenas y afrodescendientes del sur de Colombia.

Y es que la creciente ola de violencia en la zona fronteriza con Ecuador tiene en alerta a las comunidades que habitan en esa parte. En el vecino departamento de Nariño, el enfrentamiento por el control del narcotráfico pasa factura a la población civil, que ha empezado a huir de la incertidumbre.
Según el Centro de Memoria Histórica de Colombia que investiga el conflicto, han aparecido nuevos grupos al márgen de la ley como las llamadas bandas criminales (Bacrim) conformadas por paramilitares desmovilizados.

También están las Guerrillas Unidas del Pacífico (GUP), lideradas por alias “David”, y el Frente Oliver Sinisterra, que encabeza Walter Artízala, alias “Guacho”, y la organización gente del común. Todas están enfrentadas por el control de los cultivos de coca y las rutas del narcotráfico en la zona.

Las consecuencias de sus actos, sin embargo, son las mismas, y los activistas sociales las víctimas preferidas.

Nariño ha sido un lugar estratégico en la geografía de Colombia. Y un paso importante para Ecuador. Pero, allí, el narcotráfico ha creado un emporio que parece no tener control. Así las cosas, tanto las autoridades colombianas como las ecuatorianas deben hacer mayores esfuerzos para poner fin a las conductas delictivas que han acabado con la vida de ciudadanos de ambos países en este territorio.


Solo hay una verdad absoluta: que la verdad es relativa”. André Maurois. Novelista y ensayista francés (1885-1967)Si tu intención es describir la verdad, hazlo con sencillez y la elegancia déjasela al sastre”. Albert Einstein. Científico alemán (1879-1955)