Visitas diversas a cementerio Patrimonial

HISTORIA. El Cementerio Patrimonial de Guayaquil, llamado también la Ciudad Blanca, es considerado uno de los íconos turísticos de la ciudad.
HISTORIA. El Cementerio Patrimonial de Guayaquil, llamado también la Ciudad Blanca, es considerado uno de los íconos turísticos de la ciudad.

GUAYAQUIL •

Miles de guayaquileños y personas procedentes de otras provincias, visitaron ayer a sus familiares sepultados en el cementerio Patrimonial de Guayaquil, con motivo del Día de los Difuntos.


La llegada de los deudos comenzó a evidenciarse desde el domingo y se multiplicó ayer a partir de las 07:00, cuando las puertas del camposanto se abrieron.


Paralelo al tumulto de personas, decenas de vendedores de flores, comidas y refrescos, se apostaron en los accesos del cementerio para sacarle provecho al día clásico.

Ofrendas y tributo


Ligia Mora, quien vive en el suburbio oeste de Guayaquil, fue una de las visitantes que arribó al sitio pasadas las 10:00, para depositar una ofrenda floral a su padre. Ella junto a otros familiares dedicaron la visita a una limpieza a la lápida de la tumba que se ubica a la altura de la puerta 12, por la avenida Pedro Menéndez.


Otros visitantes, ingresaron al cementerio por la puerta 1 y número 8. De ahí que hubo quienes se interesaron, aparte de visitar a sus muertos, conocer tumbas emblemáticas donde reposan restos de personas destacadas hoy por la historia del país.

Personajes que permanecen


Es así, que el sitio de reposo eterno de Julio Jaramillo Laurido, el inmortal JJ, no pasó desapercibido. Las guitarras lloraban de las manos de músicos y los curiosos no dejaron pasar la oportunidad para las fotos.


Otro de los mausoleos visitados fue el del expresidente Jaime Roldós y su esposa Martha Bucaram. Las flores cubrieron casi la totalidad de la alfombra de color verde que engalana la tumba.

Mausoleo


El recorrido de los fieles, que entusiasmados de pisar los corredores de uno de los cementerios más importantes de América por sus obras en barroco y gótico, se adentró a lo más recóndito del mismo hasta llegar a las tumbas que están bajo tierra en el Cerro del Carmen.


Caída la tarde, los guardianes que celan los cuerpos de bóvedas, comenzaron a alertar a la gente para que empezara a abandonar el sitio en orden y en la más absoluta calma.

Tradiciones


Las costumbres de épocas pasadas y practicadas durante el Día de Difuntos, tampoco se han perdido en Guayaquil. La evidencia se comprobó en la parte del cerro donde además de las misas con velas encendidas, también hubo familias que permanecieron horas junto a la tumba de su familiar para compartir su recuerdo y degustar los alimentos y la tradicional colada morada. En el diálogo íntimo no dejaron fuera la opinión de quien está bajo tierra desde hace mucho tiempo. (DAB)