Un cumpleaños diferente

Un cumpleaños diferente
Actividad. Mercedes Vásconez cuida a sus animales que es una de sus tareas preferidas.

“Yo les digo a mis hijos que no ha de ser tantos años”, asegura ‘Michita’, con una gran sonrisa en su rostro, “pero ellos me dicen que es 104 años, yo no he sentido el tiempo”, comenta.


Lúcida, con su voz clara y llena de energía para continuar viviendo y realizando las actividades que ama, se encuentra en Píllaro a Mercedes Hortensia Vásconez Espín, quien cumplió 104 años el 21 de marzo.

Ejemplo de trabajo


Con su más de siglo de vida Mercedes cocina, plancha, lava, arregla la casa, ella se desespera cuando se encuentra sentada, pues siente que hay muchas cosas por hacer en la casa donde vive arrendando junto a su hijo, Luis Ripalda Vásconez, de 53 años.


Como si las energías nunca se le escaparan del cuerpo ella siempre encuentra una actividad para realizar.


No es difícil mantener una conversación con Mercedes, pues escucha perfectamente, tiene facilidad de palabra y una mirada sincera y transparente que hace realmente una conversación confiable y donde evidencia la lucidez de su mente y sus recuerdos.


Su rostro no refleja la edad que Mercedes tiene, pero todo el que la conoce sabe que es un referente para la comunidad.

Su secreto


Con mucha ligereza, Mercedes, busca el morocho para sus pollos y mientras les da de comer comenta que no existe ningún secreto, pócimas o conjuros, sino la fe, las ganas de vivir, sus actividades y la alimentación, las que han permitido que siga con vida.


Ella asegura que la machica, alimento que aún consume es el ingrediente principal de su longevidad a ello sumado, las papas, habas, morocho hecho con pura leche, cauca, locro de acelga, quinua, tostado, todo cocinado en leña y hasta el ají, el mismo que aún lo muele en un molino de piedra antiguo antes de prepararlo.


Con cierta nostalgia, manifiesta que las cosas han cambiado y no cree que para bien, pues “ahora comen solo papas fritas, fideos y cosas enfundadas, ya ni se siembra como antes”, dice ‘Michita’.

No dejarse morir


Mercedes sale siempre al mercado a “hacer las compras” sin ningún problema. Camina, hace ejercicio, es decir de todo, pues ella afirma que la actividad, el no dejarse vencer es lo que le brinda energía. Es por ello que sus familiares no la limitan, aunque siempre están pendientes de sus actividades.


“Le doy gracias a Dios que me sigue dando fuerzas y me da mucha pena cuando amigos menores que yo ya no pueden caminar o hacer las cosas”, comenta con nostalgia.


Ella asegura que se siente bien cuando se reúne con sus compañeros del grupo de adultos mayores con quienes canta, baila, reza, hace ejercicio. “Ya conozco muchos lugares, mejor ahora con el grupo hasta ya viajamos en el tren”, menciona con una sonrisa.

Su sueño


A pesar de que no terminó la escuela, Mercedes trabajó desde muy niña, pues en aquellos tiempos la felicidad era el trabajo en el campo, luego se casó cerca de los 20 años y tuvo diez hijos, tres de ellos murieron.


Ella dice haber realizado todo en la vida, por lo cual se siente satisfecha, sin embargo, no quisiera irse de este mundo sin cumplir su último anhelo, tener una casa propia, ya que siempre vivió arrendando. (FCT)