El zoológico de Guayllabamba alertó del hecho. Extraer especies de su hábitat es ilegal y atenta contra el medio ambiente.
El pasado viernes 21 de agosto, una pequeña tortuga marina llegó hasta el zoológico de Guayllabamba, en Quito.
La sorpresa de los funcionarios fue la explicación de quien llevó al animal: “La persona que la trajo al Zoo de Quito indicó que recibió a la tortuga como un recuerdo traído de un viaje a la playa. Es incomprensible que esto ocurra. Extraer especies de su hábitat es ilegal, el daño que sufre el animal es irreparable y se continúa afectando al ecosistema”, indicó la institución.
Con el hashtag #LasTortugasNoSonMascotas el zoológico señaló que este es un hecho que atenta directamente contra la biodiversidad y los ecosistemas marinos.
Estado de salud
Para atender este caso, el Zoológico recurrió a la asistencia de expertos en fauna marina, quienes asesoraron al equipo de Bienestar Animal para preparar un tanque adecuado donde pueda alojarse temporalmente a la tortuga.
Se le está suministrando oxígeno, a través de un tanque especial, para que este animal, de pocos días de nacido, no sufra efectos por los 2850 metros sobre el nivel del mar en los que se encuentra Quito.
Todos los días, las veterinarias del Zoo monitorean la saturación de oxígeno en su sangre, control de peso y otros indicadores de salud del animal, así como la temperatura y calidad del agua
Liberación
En los próximos días, la tortuga será trasladada hacia una institución especializada en manejo de animales marinos, para preparar su regreso al océano. (AVV)