Redacciòn QUITO
Según un informe borrador de la Contraloría General del Estado, la empresa pública Tame tuvo que pagar una indemnización de $16,2 millones por incumplimientos técnicos, operativos y financieros en la ejecución de tres contratos de arrendamiento operativo de aeronaves.
Además, los tres aviones, arrendados a las empresas Aercap Leasing 946 Limited, Aircraft 949 Statutory Trust y Genésis China Leasing 1, estuvieron en tierra desde enero 2017, sin generar ningún beneficio para la aerolínea estatal, sino solo más costos.
Estas conclusiones se desprenden de un examen especial realizado durante el periodo comprendido entre el 1 de septiembre de 2015 y el 31 de diciembre de 2018.
La indemnización pagada es consecuencia directa de una serie de obligaciones acumuladas por la falta severa de liquidez de Tame, Entre otras, la Contraloría determinó cuotas atrasadas de arrendamiento y reservas para mantenimiento, costos por el mal estado de los motores, y otros relacionados a mora e intereses.
El 18 de mayo de 2018, la empresa pública llegó a un acuerdo de reestructuración con las arrendatarias para devolver los aviones, tipo Airbus, con las siglas CMO y COF; y extender el contrato de la aeronave CPB. Sin embargo, los tres vehículos aéreos estaban fuera de servicio desde enero 2017, provocando costos y más pérdidas.
Hasta la fecha de cierre del examen espacial, Tame no había podido devolver los dos primeros aviones, ni poner en el aire al tercero. Es más, ninguno tenía el certificado de operatividad, y tenía varias piezas faltantes, que se utilizaron para reponer fallas en otras aeronaves de Tame.
Recién, el 22 de julio de 2019, el Airbus CPB volvió a volar, y comenzó a generar ingresos.
El Dato
Tame mantiene una deuda de 140 millones por pagos no efectuados de combustible de avión, acumulados entre enero 2014 y diciembre 2018.Entre 2016 y 2017, la aerolínea estatal acumuló más de $50 millones valores pendientes por reparación de motores. Además de otras deudas por pago de combustibles, piezas y repuestos.
Entre 2010 y 2017, Tame acumuló perdidas de, al menos, $248,28 millones; y un patrimonio negativo de $-158,57 millones. Una muestra de los graves problemas de liquidez es, por ejemplo, que en 2017 se presentaron más de $67 millones en obligaciones por pagar, pero en la cuenta de bancos solo había menos de $6 millones. (JS)