Redacción www.lahora.com.ec
La Policía y la Fiscalía del Perú rescataron a 31 víctimas de trata de personas durante un operativo realizado el viernes 15 de septiembre de 2017, en el local ‘Café Rojo’, ubicado en Sullana (Piura). Veintiocho eran ecuatorianas, además de ellas habían dos peruanas y colombiana.
La acción policial empezó a las nueve de la noche, bajo la tutela de la Unidad de Investigación de Explotación Sexual de la Policía que había hecho un seguimiento de meses en locales nocturnos de Piura.
Ocho hombres, que trabajaban al interior del establecimiento, fueron detenidos y serán procesados como presuntos tratantes, en la modalidad de explotación laboral y sexual. Estos fueron identificados como Gilmer Artemio Quintana Sánchez, Luis Humberto Ventimilla Cornejo, Julio César Tuse Ramírez, Carlos Santacruz Perales, Julio Cesar Castillo Chapilliquén y William López Medina, según la información del Ministerio de Interior peruano.
A los otros detenidos, Jaime Guerrero Moreira y Julio César Masa Olaya se les decomisó varias armas de fuego porque no tenían licencia para portarlas. Además se incautaron 4.708 soles (1.450 dólares).
El operativo contó con el trabajo de 52 agentes, 12 de ellos pertenecientes a la Dirección contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de Lima (Dirctptim) y 40 de diferentes unidades especiales de Piura y Sullana.
Tratamiento bilateral
Al tener conocimiento del alto número de ciudadanas extranjeras rescatadas en este operativo, el Viceministro de Seguridad Publica de Interior, Ricardo Valdés Cavassa, sostuvo que este delito pasó a convertirse en un problema a nivel internacional que debería ser tratado en las reuniones bilaterales con Ecuador y Colombia.
Valdés sostuvo que el caso del ‘Café Rojo’ amerita una investigación más detallada a fin de abordar una estrategia integral en el que intervengan diferentes sectores como Policía, Fiscalía y Migraciones, para proteger a las mujeres extranjeras.
“Habrá que investigar las modalidades de captación y traslado desde sus países de origen hacia el nuestro y viceversa, para descubrir porqué muchas de ellas no quieren regresar a sus lugares de origen y prefieren quedarse acá. La política a abordar debe ser integral”, concluyó.