Odebrecht se queda fuera del poliducto Pascuales Cuenca

Instalaciones del poliducto Pascuales Cuenca. Cortesía de El Ciudadano.
Instalaciones del poliducto Pascuales Cuenca. Cortesía de El Ciudadano.

Redacción LAHORA.COM.EC, EFE

Petroecuador confirmó que ayer terminó unilateralmente el contrato que mantenía con Odebrecht por el poliducto Pascuales Cuenca. A partir de ahora la constructora brasileña tiene 10 días para responder por la fallas, según Iván del Pozo, asesor jurídico de Petroecuador.

Luego de este plazo se ejecutaría la garantía del contrato más la acciones legales que correspondan. Esto implica peritajes para determinar los prejuicios.

Odebrecht tenía plazo hasta el pasado 2 de septiembre para entregar la obra finalizada, pero no lo hizo. La empresa reclamaba a Ecuador un pago de 60 millones de dólares.

El poliducto está operativo en un 80%, según Petroecuador, pero las condiciones de operación no son seguras. Hay problemas en válvulas, en la fibra óptica y hay taludes. Byron Ojeda, gerente de Petroecuador, comparó la situación con un auto que opera con la llanta baja.

De igual manera, Petroecuador afirmó que con su nueva dirección trata de dejar atrás un etapa salpicada por la corrupción a varios cargos y volcarse en la «transparencia» y «eficiencia» en el desarrollo de su labor.

Quizás esas han sido las dos palabras más recurrentes del gerente general de la compañía, Byron Ojeda Oliva, designado en junio pasado y que, rodeado de un plantel de directivos y consejeros, expuso hoy a medios internacionales los planes de la petrolera.

«Como Petroecuador nosotros en el corto y medio plazo estamos completamente preparados. Estamos listos, Ecuador es un país que se está consolidando con el respeto absoluto a sus reservas petroleras y al manejo de las mismas», afirmó Ojeda.

Al hilo de las críticas vertidas por grupos ambientalistas e indígenas contra las petroleras nacionales e internacionales que extraen y operan en el país, el gerente reiteró que la «dinámica» que sigue su firma, «tiene que ver con el cuidado de la naturaleza y nuestras relaciones comunitarias». Uno de los retos que se fija la compañía, que cuenta con tres refinerías principales en Esmeraldas, La Libertad y Shushufindi, que refinan 175.000 barriles de crudo al año, es dejar de contratar a terceros en labores que la propia Petroecuador puede desempeñar.

«Debemos dejar de hacer contrataciones innecesarias en aquellas partes o sectores en las que nosotros, como ingenieros, como técnicos, como trabajadores experimentados podemos darnos la solución, la propia reparación y el mantenimiento», señaló.

Uno de estos trabajos se plantea en la terminal de Monteverde, donde los técnicos de la empresa reconocieron hoy «problemas en su centro operativo», para lo que se requiere la instalación de una protección catódica que impida la erosión que provoca el agua marina en sus columnas de sustento de hierro.

Ojeda también mencionó que la compañía abrió un trámite por el que solicitó al Ministerio del Ambiente que autorice que barcos de gran calado puedan acceder a la estación de bombeo de Tres Bocas, situada en el Pacífico. Ecuador, que es el miembro más pequeño de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), produce más de 500.000 barriles diarios de crudo.

El petróleo es su principal producto de exportación y su venta financia casi una cuarta parte del presupuesto fiscal, 7.500 millones para el producto interno bruto (PIB) de Ecuador, aseguró el alto directivo. Petroecuador o por contratos de asociación con terceros asume la exploración y explotación de los yacimientos de hidrocarburos en el territorio y mar ecuatorianos.

Su gerente ha indicado que mantiene negociaciones con varias compañías mundiales y señaló que la «transparencia» será la mejor baza de cara al futuro. «Este es un giro muy importante, esta nueva administración, esta nueva imagen de Petroecuador que obedece a una realidad, es eso, buscar la eficiencia», concluyó Ojeda.