Las vías se convierten en mercados improvisados

Ventas. Los mismos vendedores armaron pequeñas carpas con madera y plásticos.
Ventas. Los mismos vendedores armaron pequeñas carpas con madera y plásticos.

La emergencia sanitaria hace que personas de diferentes sectores de la provincia opten por construir carpas al borde de la carretera para expender varios productos, en su mayoría se ofrece verduras, vegetales, frutas, entre otros comestibles, aunque también se pueden encontrar prendas de vestir y calzado.

Antes de la pandemia muchos de los ahora vendedores de productos de primera necesidad se dedicaban a maquilar ropa, eran choferes o realizaban otras actividades que nada tenían que ver con el campo.

Otros en cambio mantenían pequeñas parcelas con productos para el consumo de su familia, pero la necesidad los obligó a venderlos para generar recursos económicos.

Situación

En la vía Pelileo-Patate, específicamente en el sector de Ambabaquí, más de una veintena de carpas se han instalado en las orillas de la carretera, todas hechas de manera artesanal con plásticos y pedazos de madera.

Los colores de las legumbres y las frutas propias de este sector llaman la atención de los conductores que recorren la zona, muchos de ellos se bajan de sus vehículos para comprar mandarinas, babacos, tomates, entre otros productos.

Gloria Tubón es una de las vendedoras de este sector, según indicó, antes de la emergencia sanitaria ella maquilaba ropa en un pequeño taller de su propiedad, el mismo que actualmente está cerrado.

“Tuvimos que dejar a un lado las máquinas porque no hay ropa para coser, nos tocó vender en la calle para sobrevivir y darle algo a la familia”, indicó.

Esta mujer lleva vendiendo un mes en el lugar, en su mayoría los productos que ella misma siembra.

Blanca Malusín, otra de las comerciantes de Ambabaquí, que también se dedicaba a maquilar ropa, aseguró que su madre de la tercera edad siempre se movilizaba hasta Ambato para vender los productos que ella mismo siembra.

“Tenemos miedo que se contagie por eso mejor decidimos armar nuestro propio puesto aquí en la carretera”, aseveró.

Más ventas

El barrio San Blas de la parroquia Benítez de Pelileo también se ha transformado en un espacio comercial durante la emergencia sanitaria, uno de los vendedores del sector es Fernando Toalombo, quien trabajaba como chofer y actualmente está desempleado. “No hay en que trabajar, y por mi familia y mis hijos tengo que estar aquí”, aseguró.

Roberto Zúñiga tenía un restaurante en Ambato que tuvo que cerrar por la pandemia, actualmente está ubicado en este sector en donde de a poco empieza a estabilizar su negocio.

“Esperemos que esto se componga y que la gente se acerque a comprar en este lugar”, dijo. (RMC)

DATO
Los comerciantes salen a vender sus productos todos los días desde las 07:00.