A la luz de la coyuntura política y de los casos de corrupción -donde se han evidenciado tantas falencias-, el referendo tendría mucha posibilidad de ganar.
La Corporación Participación Ciudadana entregó a la Comisión de Justicia de la Asamblea una propuesta de reforma al Código de la Democracia. Además, apoya el pedido de consulta popular. Ruth Hidalgo, directora ejecutiva, explica por qué son importantes estos dos temas para el país.
¿Cuál es la propuesta de reforma que Participación Ciudadana plantea al Código de la Democracia?
Proponemos cosas puntuales. Controlar de mejor manera la publicidad oficial del Ejecutivo o del Gobierno para que en tiempo de campaña electoral sea la excepción y no la regla. Para fortalecer el sistema electoral de cara a garantizar equidad se debería reformar el Código de la Democracia. Una segunda propuesta es sobre la metodología de asignación de escaños más apropiada. Proponemos que se haga una revisión para que pueda existir un sistema mixto, no estamos diciendo cuál, sino que se revea el sistema para generar una fórmula mixta.
¿Otros cambios que se consideren necesarios?
Quizá no es lo más conveniente mantener la votación entre listas, sino volver a la votación cerrada. Se debe ir hacia la maduración política de la ciudadanía, donde empiece a votar por una alineación política, quizá hasta ideológica. La posibilidad de votar entre listas favorece la dispersión, la falta de responsabilidad del ciudadano. También consideramos que debería ser obligatorio que renuncie a su cargo el funcionario público que quiera terciar en las elecciones o quiera reelegirse.
¿La elección por partidos no implica cambiar la cultura electoral de los ciudadanos, porque se vota por caras, no por ideas?
Ese es el reto y en eso vamos cuantos años… Esta discusión que ahora tengo con usted recuerdo haberle tenido desde muchos años atrás, desde cuando yo era estudiante.
¿Por qué no se ha consolidado?
Creo que falta decisión política, creo que también faltaba alguna experiencia por ganar. Ahora ya hemos tenido varias experiencias, algunas buenas, unas experiencias como yo les llamo dolorosas o experiencias interesantes que nos demuestran que es importante el cambio a ese nivel y que quizá el sistema de votación entre listas no es el más adecuado.
Todas las propuestas de reformas al Código de la Democracia se tramitan en la Comisión de Justicia con mayoría oficialista ¿Cómo cree que se presente el proceso?
Nosotros hemos sido recibidos con total apertura. La presidenta de esa Mesa (Marcela Aguiñaga – PAIS) nos ha escuchado y se ha mostrado predispuesta a seguir conversando y analizando los temas que son más difíciles, lo cual desde un punto de vista democrático es bueno. Es positivo que una Comisión abra las puertas a la sociedad civil y tenga la posibilidad de discutir. A futuro veremos qué elementos de nuestra propuesta han tomado en cuenta o si es desechada.
Uno de los problemas del anterior periodo legislativo fue que se socializaron las leyes, recibieron a los actores, sus aportes y sin embargo en el producto final los aportes de la oposición y de los sectores críticos al oficialismo no constaban ¿No teme que hoy pase lo mismo?
Ese es el gran reto que tiene la nueva Asamblea, de la que esperamos pueda hacer la lectura correcta de la nueva coyuntura política que estamos viviendo. Los asambleístas tienen la oportunidad y el desafío de demostrar que quieren hacer un cambio positivo en relación a lo que pasó en el periodo anterior.
¿Las reformas son necesarias independientemente de que se llegue a concretar una consulta popular?
Definitivamente son necesarias estas reformas, pero también desde nuestra propuesta de lo que tendría que contener una consulta popular podría ser conveniente una reestructuración del sistema electoral como parte del paquete.
¿Por qué apoyan una consulta popular?
Siempre hemos sido bastantes críticos con respecto, por ejemplo, al sistema de designación de autoridades de control. Uno de los pilares fundamentales para una democracia plena es la independencia de poderes y los últimos 10 años hemos visto que no ha sido así. La designación permanente de autoridades de control alineada al gobierno de turno le hace muy mal a la democracia porque no le asegura un equilibrio de poderes y un control al poder que es tan necesario. En la génesis de la designación defectuosa de las autoridades de control nos encontramos con el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social que no representa a nadie ya que no se lo elige por votación popular sino por designación.
¿Cuál ha sido el rol de este Consejo en la designación de autoridades?
Se ha cumplido lo que nosotros más temíamos y que lo dijimos hace 10 años. Que de llegar a contaminarse el Consejo de Participación Ciudadana con una agenda política iba a volver al mismo defecto que criticamos antes del 2008 y que nos llevó a la Asamblea Constituyente que fue el tener manos políticas sobre la designación de los órganos de control. La reflexión es cómo se podría cambiar esto y desde la legalidad se lo tiene que hacer a través de una consulta popular.
El oficialismo dice que eso sería volver a la época en que la designación de autoridades estaba a cargo de la partidocracia….
Yo pienso que ahora estamos en eso, estamos viendo como nunca y más que nunca la vivencia de la partidocracia. Hemos estado atados a la designación de órganos de control cuyas cabezas, funcionarios, excandidatos, inclusive secretarios particulares del Presidente (de la República) de turno. No podemos pensar que eso es lo correcto, es justamente lo que no se debe hacer.
¿Cómo evalúa los temas que se han mencionado para la consulta?
Hay un menú grande. El mensaje desde nuestra organización al respecto es el siguiente: Para el Ejecutivo que llame lo más pronto posible a consulta popular, que muestre esa sensibilidad ante la petición ciudadana porque la consulta popular es la única vía que le va a dar y asegurar gobernabilidad. Para las organizaciones de la sociedad civil, que debemos entender que este es un proceso histórico el cual requiere generosidad de nuestra parte. Y el mensaje a los partidos políticos es que no politicemos la consulta popular. (HCR)
«Nosotros proponemos cosas puntuales”