‘La consulta de Moreno es igual a las de Correa’

El jurista Antonio Rodríguez Vicéns critica los procedimientos con los cuales se impulsa la consulta. No cabe acudir al pueblo, dice, para cambiar leyes. Esa es tarea de la Asamblea.

Ecuador vive una nueva crisis institucional. ¿Quiénes son los responsables: Odebrecht, el expresidente Correa, una oposición que no está a la altura de las circunstancias, la Justicia?

Todos. Recuerdo que Ortega y Gasset decía que las características de un Gobierno no dependen de un grupo determinado, como los políticos, sino de todos. Los políticos no son más que la expresión de lo que somos todos. En Ecuador no hay cultura jurídica en todos los niveles: mal podemos pedirles eso a los políticos. En el país no hay una cultura democrática: mal podemos pedir a los políticos vivencias democráticas. En Ecuador no tenemos una visión ética de las actividades públicas o privadas y de allí la frase socorrida: “mientras hagan obra no importa que roben”.

Pero eso es una claudicación…

Eso se reflejó muy crudamente en el gobierno de Correa y personalmente creo que comienza a reflejarse en el gobierno necorreísta de Moreno. Y me refiero a la consulta popular. De acuerdo con la Constitución hay dos mecanismos para reformar a la Constitución. El primero: el referéndum, mecanismo por el cual se optó para las primeras cinco preguntas. Pero eso es para reformar la Constitución. Si Ud lee los anexos de las preguntas se obliga a los ecuatorianos a reformar las leyes. Esta es una evidente arbitrariedad y una violación constitucional.

Que nos recuerda la consulta de 2011, en torno a la cual el expresidente Correa habló de la metida de mano en la Justicia…

Que nos recuerda las consultas de Correa. Por ejemplo, cuando dijo que iba a meter la mano en la Justicia, introdujo varias reformas legales mediante la consulta popular. La consecuencia es que la administración de Justicia es una vergüenza. ¿Quiénes aceptamos eso? Nosotros. Lo mismo va a suceder ahora. Hay varias normas que, a pretexto de reforma constitucional, se van a aprobar. ¿A quién le corresponde reformar las leyes? A la Asamblea, como facultad privativa; lo dice el art. 120, numeral 6 de la Constitución.

¿Con la convocatoria a consulta no se repite, además, un ejercicio de ratificación plebiscitaria del mandatario?

Ud. lo ha dicho. Un referéndum debería contener preguntas muy claras y no se debería aprovecharlo para reformar leyes. Pero una vez aprobadas las enmiendas constitucionales por el pueblo, lo que corresponde es que la Asamblea adapta la legislación secundaria a esas nuevas normas. Pero definitivamente estamos equivocándonos de camino. Estamos aprovechando el desconocimiento de varios sectores sociales, incluidos algunos dirigentes, para fortalecer una popularidad personal, a través de la aceptación de determinados temas coyunturalmente sensibles.

Moreno dijo que la Constitución es un canto a la vida… Un canto un poco desafinado que nos condujo a la concentración de poder, la corrupción, la impunidad”.¿Estamos ad portas de un nuevo proceso personalista?

No se puede reinstitucionalizar al país violando la norma constitucional, por tanto destruyendo esa institucionalidad.

Si Ud. analiza la consulta de Moreno es exactamente similar, en cuanto al trámite, a las consultas de Correa. No puedo criticar a alguien si hago lo mismo. No puedo decir que el otro violó la Constitución si yo también la violo. De tal manera que estamos frente a un hecho penoso.

Se habla, por ejemplo, del Consejo de Participación Ciudadana. Se podía plantear la posibilidad de su sustitución. Probablemente Moreno no tiene mayoría en la Asamblea y por eso no lo hace y que no se afirme que no se podía. Pero el Presidente crea a través del referéndum un Consejo transitorio.

Y recuerde lo que hizo la Constituyente con el régimen transitorio. Entonces el pueblo cesa a los siete vocales, pero luego el Presidente enviará ternas a la Asamblea. ¿En esas ternas irán integrantes de la oposición? No. Será gente adicta al Gobierno y a Moreno. De tal manera que este nuevo régimen de transición va a servir para que el Sr. Moreno haga lo mismo que hizo el Sr. Correa: que se apropie de un organismo a través de sus representantes. ¡Y qué harán estos integrantes? Evalúan la tarea realizada por los organismos designados por ellos y eventualmente tienen facultad de cesarlos y designar unos nuevos.

No creo que volver al espíritu de Montecristi nos lleve a una auténtica democracia. La democracia se construye paso a paso, viviéndola, prácticándola”.Y todo esto legitimado, otra vez, por el pueblo…

Otra vez legitimado por un pueblo que no analiza. ¿Ocurrió eso con la Constitución de Montecristi? Estoy convencido que ni el 3 por ciento de quienes la aprobaron la leyó. Y, sin embargo, esta Constitución fue uno de los factores que condujo a la concentración del poder, la corrupción y la impunidad. Ahora ¿cuántas personas van a leer no solo las preguntas sino los anexos, donde está el meollo de la consulta? Y así se sigue desinstitucionalizando al país.

Mucho de lo que se va a consultar podía haber sido resuelto con acciones del Presidente. ¿Había esa posibilidad con respecto a la Ley de Plusvalía?

Era fácil. Se debía enviar un proyecto con carácter económico-urgente con dos artículos: derógase la Ley de Plusvalía y, dos, esta ley entrará en vigencia a partir de la publicación en el Registro Oficial. Pero no se hace eso. Y hay algo más: en el anexo se establece que el presidente Moreno enviará en el plazo de 15 días un nuevo texto de Ley de plusvalía. Es decir, no se trata de ser negativo, pero hay que seguir los mecanismos adecuados.

¿Eso pudiera ser observado por la Corte Constitucional?

Qué pasaría si esta Corte, caracterizada por ser sumisa y por atropellar la Constitución a gusto y sabor de Correa, ahora ‘reflexiona’ y dice al presidente Moreno que el procedimiento para la consulta es inconstitucional y por tanto no va dicha consulta. Es decir, está dando a la Corte las justificaciones necesarias para abortar la consulta popular. Estoy casi seguro que eso no sucederá, pero, en los procedimientos, seguimos en el mismo estado que el del correísmo.

¿Una misma situación pero con menos decibeles?

Hoy, en términos de procedimientos constitucionales, está pasando lo mismo que en el correísmo. Por ende, todo lo que eventualmente haga el presidente Moreno es aceptable, aunque sea un remedo de lo que hizo Correa. Y no importa, porque estamos ante la escoba nueva que barre bien y por tanto aceptamos. No hay reflexión ni análisis. No hay la necesaria sensatez. Por ello estoy en contra de la forma en que Moreno ha convocado a la consulta, por elemental coherencia. Pues un acto constitucional no es bueno o malo en función de la persona que lo ejecuta, sino por su contenido. (IFP)