Naciones Unidas, EFE
La hondureña Mary Elizabeth Flores y la ecuatoriana María Fernanda Espinosa defendieron hoy en la ONU sus respectivas candidaturas a presidir la Asamblea General de la organización, una competición que ha provocado un choque diplomático entre Quito y Tegucigalpa y que divide a Latinoamérica.
Tanto Flores, actual embajadora de Honduras ante Naciones Unidas, como Espinosa, canciller de Ecuador, se sometieron durante más de dos horas al examen de los Estados miembros de cara a las elecciones que tendrán lugar el próximo 5 de junio.
La presidencia de la Asamblea General corresponde cada año, por turno, a una región determinada y en esta ocasión recae -a partir del próximo septiembre- en América Latina y el Caribe.
A diferencia de otras ocasiones, Latinoamérica llega dividida a estas elecciones y sin una propuesta de consenso.
Honduras, que llevaba años preparando su candidatura, se enfrentará en los comicios a Ecuador, que se presentó el pasado febrero como alternativa.
La decisión ecuatoriana abrió una disputa diplomática y llevó a Honduras a expresar su «malestar y sorpresa», pues Tegucigalpa defiende que Quito se había comprometido en 2015 a respaldar sus aspiraciones.
Hoy, viernes 4 de mayo de 2018 en su presentación ante los Estados miembros, Flores insistió en la necesidad de que se respeten este tipo de pactos y de que las naciones más grandes no impongan su voluntad sobre las pequeñas.
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