Emilio Sánchez, bibliotecas para no videntes

ENTREGA. Aun con discapacidad, su labor es incansable.
ENTREGA. Aun con discapacidad, su labor es incansable.

Emilio Sánchez busca generar una sociedad más igualitaria. Con su proyecto ha colaborado en generar un espacio donde las personas no videntes puedan incorporarse independientemente al mundo de los libros. La sala sonora y de braille de la Biblioteca Municipal de Guayaquil, es su sello.

El guayaquileño es un profesor no vidente. En los noventa fue delegado de Ecuador en el Congreso de la Unión Latinoamericana de Ciegos, celebrada en Chile. En esa época se planteó replicar en su ciudad una de las propuestas que se había generado en el congreso: el concepto de bibliotecas para no videntes.

En su ciudad tuvo el apoyo para continuar con su proyecto, del cual hoy continúa participando como custodio y director de la sala. Allí no solo mantienen títulos en braille; además, cuentan con computadoras que leen los libros deseados a las personas que llegan a la sala.

Sánchez se siente motivado por contribuir a democratizar tareas tan cotidianas como el ir a una biblioteca; algo que se ha dejado pasar con personas ciegas. Es un personaje que ha promovido el cambio, como él lo cuenta, desde tiempos en los que tenían que ir a las bibliotecas esperanzados de que alguien les lea, a dar independencia a los no videntes para valerse por sí mismas a través del conocimiento.