AFP
La fiscalía ha pedido este jueves prisión incondicional para el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, y su hijo Gorka, tras su comparecencia ante el juez que los investiga por supuesta corrupción, informaron fuentes judiciales.
Ambos fueron arrestados el martes, junto al vicepresidente de la RFEF, Juan Padrón, y el secretario de la Federación Tinerfeña de Ramón Hernández Baussou, que también serán interrogados este jueves por el juez Santiago Pedraz, de la Audiencia Nacional (principal instancia penal española).
Los detenidos llegaron a la sede de la Audiencia en Madrid a primera hora de la mañana, donde los dos primeros estuvieron declarando hasta comienzo de la tarde.
Una vez que el juez tome declaración a los otros dos detenidos, decidirá si aprueba la petición de la fiscalía y envía a los Villar a prisión o los pone en libertad.
La justicia sospecha que los detenidos pudieron haber cometido «delitos de administración desleal, apropiación indebida, corrupción entre particulares y falsedad documental» por utilizar a la RFEF en beneficio propio.
Entre los hechos que se investigan está la supuesta contratación de servicios por parte de Villar en beneficio de su hijo, el presunto cobro de comisiones por partidos amistosos de la selección española o la concesión de beneficios a dirigentes del fútbol a cambio de apoyo.
Los cuatro detenidos se habían negado a declarar ante los agentes de la Guardia Civil que los han tenido custodiados desde su arresto el pasado martes cuando se inició esta operación «Soule».
Los agentes llevaron a cabo entonces varios registros en la sede de la RFEF en Las Rozas, en las afueras de Madrid, así como en varias sedes federativas regionales.
La investigación partió de una denuncia en 2016 por el Consejo Superior de Deportes (CSD), cuyo expresidente Miguel Cardenal mantuvo un continuo enfrentamiento con Ángel María Villar, especialmente por la supervisión financiera que el primero quería instituir sobre las federaciones deportivas.