Decidieron emprender con otros negocios para obtener ingresos económicos

SITUACIÓN. Con el declive de ventas por la pandemia del coronavirus, algunos comerciantes de Tulcán decidieron cambiar sus negocios por otros con la venta de productos comestibles y agrícolas.
SITUACIÓN. Con el declive de ventas por la pandemia del coronavirus, algunos comerciantes de Tulcán decidieron cambiar sus negocios por otros con la venta de productos comestibles y agrícolas.

REDACCIÓN CARCHI

Con la declaración de la emergencia sanitaria nacional por la pandemia del coronavirus, diversos establecimientos comerciales a excepción de tiendas y farmacias cerraron su atención al público. Tras un mes de vigencia del Estado de Excepción, los propietarios de varios locales comerciales, quienes en su mayoría vivían de las ganancias diarias, han decidido cambiar su giro de negocio, es decir, dedicarse a expender otros productos y bienes en sus locales para obtener ingresos y con ello poder sostener a sus familias.

En Tulcán, los vendedores optaron por hacerse con insumos agrícolas, alimentos no perecibles, granos, enlatados, condimentos… y disponerlos para que los ciudadanos los puedan adquirir, convirtiendo sus establecimientos en pequeños almacenes y tiendas de paso.

Cambio de giro de negocio

“Es complicado hacer esto. Nos vinieron a preguntar de Intendencia sobre si tenemos los permisos. Ya tenemos algunos papeles y poco a poco iremos solicitando lo que nos falta”, justificó Diego Velásquez, quien junto a su familia empezó a expender alimentos no perecibles y otros productos en su local comercial ubicado en la calle Sucre, donde anteriormente ofrecía cobijas y cubrecamas.

Mientras se recorren las calles de la urbe, se puede observar que varios locales comerciales de todo tipo vender productos alimenticios como una forma de obtener ganancias económicas.

Esta actividad la inició hace tres semanas, luego de que su establecimiento permaneció cerrado por varios días. Su madre fue quien tomó la iniciativa de cambiar temporalmente la venta de cobijas por el expendio de víveres y paulatinamente fueron adquiriendo varios insumos, porque necesitaban cubrir gastos de arrendamiento y alimentación para toda la familia.

Una vez comprados los bienes, fueron adecuando los espacios para colocarlos y de esta manera convirtieron su negocio en una especie de bodega. “Nos falta incluir agua, papel higiénico, tabacos, colas y lo que suelen comprar”, dijo.

A pesar del cambio en su negocio, Velásquez comentó que poco a poco las personas acudieron a comprar sus productos, lo cual deja según su óptica el suficiente dinero para sustentar los gastos con una venta diaria de aproximadamente 30 dólares.

Nuevos emprendimientos

Mientras tanto, unos pocos metros más abajo en un local comercial en el que se solía vender ropa, el comerciante José Luis Guerrero acomodaba sus frutas y verduras en los escaparates que quedaron en el lugar.

Señaló que antes de que iniciara la pandemia, dedicaba su tiempo al comercio de ropa en un local del Centro Comercial Popular. Pero tras la disposición de cerrar su negocio por la emergencia sanitaria nacional, decidió arrendar el local mencionado anteriormente y emprender un nuevo negocio con la venta de productos agrícolas.

Tras el cese de sus labores, Guerrero puntualizó que dejó de percibir entre 2.000 y 3.000 dólares mensuales y optó desde ayer iniciar con sus nuevas ventas donde le manifestaron que posteriormente podría sacar los permisos correspondientes para trabajar.

Son cuantiosas las pérdidas de los locales comerciales que se vieron obiligados a cerrar sus puertas debido a la pandemia del coronavirus.

Consideraciones

Para poder adquirir sus productos, el comerciante comentó que lo realiza en el mercado del Sur y también los buscará mediante una compra directa a los agricultores. “Esto es para darnos la mano entre nosotros. Queremos poner el servicio a domicilio para ofrecer también productos surtidos para que la gente haga sus compras y regrese lo antes posible a su casa”, argumentó.

Ante la decisión de cambiar un negocio por otro, Guerrero calificó la situación como ‘difícil’, detallando según su perspectiva que, ante la desesperación, incertidumbre y el gasto diario de los ahorros sin generar ingresos buscó generar esta oportunidad comercial. “Todo es difícil, pero nada es imposible, debemos echar para adelante y ser parte de la solución”, agregó.

Enfrentar la situación

Por otro lado, en algunos locales comerciales se podía observar la misma situación. Tal era el ejemplo de un establecimiento dedicado a la venta de calzado en la calle Sucre que desde su ingreso se divisaba papas, tomates, aguacates y algunas frutas para venderse a quienes pasaban por allí.

Así mismo en algunas puertas de ingreso a domicilios, se ubicaban también las personas con estos productos para ofrecerlos a los transeúntes, sumándose también a estas actividades los vendedores ambulantes quienes ahora se les escucha gritar por las calles “se vende alcohol, gel, guantes y mascarillas”. Todo esto como una forma de obtener ingresos para ellos y sus familias y de una u otra forma poder afrontar las actuales dificultades generadas por esta pandemia. (APRN)