El comportamiento de este virus mantiene en vilo a la comunidad médica y científica, debido a la rapidez con la que se contagia, pero esto ha contribuido para determinar el tiempo de superviviencia en superficies y, sobre todo, en el aire.
Los primeros resultados han arrojado un tiempo de cuatro horas de superviviencia en el aire, pese a que es una de las superficies menos propensas a acumular virus y bacterias. El mismo tiempo que permanece en cobre.
En tanto, en cartón, por ejemplo, el tiempo se puede extender hasta 24 horas, siendo potencialmente peligroso para los seres humanos. Con el plástico y acero inoxidable, la historia es otra, pues determinaron que el virus puede permanecer entre dos y tres días, por lo cual enfatizan en la importancia de desinferctar todas las superficies y objetos a los que se tiene acceso.
En otras superficies comunes en el día a día, como: vidrio, madera, cerámica y otros tipos de metal (aluminio), puede durar entre tres y ocho horas.
Origen del virus
Se desconoce el origen del brote, cuyos primeros casos se detectaron en diciembre. Se pensaba que el foco estaba en un mercado de marisco y pescado de la ciudad de Wuhan, pero investigadores de la Academia de Ciencia de China lo han descartado. Sí declararon que el virus se propagó desde este lugar, pero no tienen claro si mutó en algún animal antes de pasar al ser humano.
¿Cómo se propaga?
De persona a persona, sobre todo mediante gotículas respiratorias que se exparsen cuando la persona infectada tose o estornuda.
Estas gotas, portadoras del virus, también se pueden depositar en diferentes superficies, ya sean plásticas o de acero inoxidable, lo que define al objeto o superficie como potencialmente infeccioso para quienes tienen acceso.
¿Cómo lo reconocemos?
Cansancio, fiebre y tos seca son los principales, pero también algunos pacientes pueden tener dolores, congestión nasal, dolor de garganta y diarrea, según la página informativa de la Organización Mundial de la Salud.