Solidaridad en Navidad

La solidaridad  nació sin fecha
INDIVIDUAL. Impulsado por su propia voluntad cada día este quiteño dedica su tiempo a visitar ancianos del sur.

Las actitudes fraternas se reflejan en pequeñas y grandes acciones diarias.

Lejos de la visibilidad y exposición de programas especiales o agasajos navideños, hay personas que a diario son solidarias con los demás.


Zulay Guerrero, sicóloga clínica educativa, explica que la persona es solidaria cuando siente “empatía”. “Uno es solidario cuando siente lo que el otro siente. Hablemos por ejemplo lo que pasó en Francia. Hay gente que sintió el atentado de Francia y se solidarizó. Pero qué pasa con la gente que murió en Siria.

Entonces no hay claridad. Entonces hay solidaridad cuándo somos empáticos con el otro. Y esa empatía hay que sentirla, vivirla, dolerla, cuando me pongo en el lugar del otro”.

Sin época específica


Al ser entendida así, la solidaridad no se limita a la época navideña, según explica Guerrero. Precisamente de esa actitud da cuenta un grupo de aficionados al todoterrenismo. Se trata del grupo Huellas 4×4 Ecuador que sin importar la fecha del año llega a comunidades de difícil acceso incluso para sus vehículos de tracción total


En 2009, por ejemplo, luego de 11 horas y media de viaje por territorios agrestes este colectivo llegó a Cielo Verde, un poblado que literalmente no constaba en el mapa de comunidades rurales del noroccidente de Pichincha.


Xavier Suárez, integrante de este grupo, recuerda que la iniciativa nació de manera espontánea hace 11 años cuando decidieron unir una gran cantidad de esfuerzos aislados luego de cada una de sus travesías.


Hoy esa actitud solidaria se refleja durante todo el año en brigadas médicas a comunidades asentadas en montañas, páramos y otros sitios de difícil acceso, donde ni siquiera hay servicios públicos.

La solidaridad  nació sin fecha

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GRUPAL. Llegan con su ayuda a comunidades de montaña sin importar lo difícil del camino.

Una actividad de vida


Una de las maneras mundialmente conocidas de ser solidarios es el trabajo de facilitar ayuda humanitaria a personas que han sufrido los efectos de desastres naturales, hambrunas o guerras. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sus agencias de cooperación con presencia en más de 150 países cumplen con este tipo de misiones.


La representante de ONU Mujeres en Ecuador, Moni Pizani, señala que la solidaridad se expresa con actos cotidianos, durante toda la vida, en particular, para impulsar una igualdad de oportunidades para hombres y mujeres y, sobre todo, para erradicar la violencia machista.


Pizani sostuvo que, “para que tengamos un mundo solidario tenemos que vivir en un mundo de iguales donde todos tengamos las mismas oportunidades, las mismas posibilidades y los mismos derechos. Si vinculamos con poner fin a la violencia de género podemos decir que la solidaridad es que las mujeres podamos disfrutar de los espacios públicos, en el día a día, en la cotidianidad”.

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MUNDIAL. Al frente de ONU Mujeres de Latinoamérica, Moni Pizani busca promover actitudes solidarias entre hombres y mujeres.

Esfuerzo individual


Antes de ponerse al volante de su su taxi y empezar una nueva jornada de trabajo en las calles de Quito, Stalin Silva recorre diariamente las Argelias (Alta, Baja y Media) en el suroriente.


Con una espectacular vista panorámica de todo el sur Silva, se dirige a visitar cada día a ancianos para conversar espontáneamente de sus vidas. Para muchos de ellos son visitas que ni sus propios familiares realizan durante todo el año. Pero eso no es todo, al concluir los días de trabajo entre semana y durante las mañanas de los sábados continúa su voluntariado, esta vez recolectando donaciones o en la cocina del comedor popular de la iglesia que beneficia regularmente a 38 ancianos de la zona.


Con palabras sencillas este quiteño, de 38 años de edad, explica porqué dedica gran parte su vida sin recibir retribución económica alguna: “El pago son las bendiciones de mi Dios para mi familia y, sobre todo, para mis hijos que ahora están por el camino del bien, que tuvieron problemas con sus caracteres pero que hoy tienen proyectos de vida a plenitud. Lo hago porque es mi forma de agradecer a la vida por la vida misma, por la capacidad de dar alegría a personas que a veces necesitan solo una sonrisa y un gesto amable”. (JCER)

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