Una renegociación del acuerdo con el FMI tiene estrictos candados sobre reducir el déficit, la autonomía del Banco Central y asegurar protección social. Arauz no profesa austeridad, Lasso guarda la cautela.
Uno de los primeros retos del próximo Gobierno es definir una posición clara sobre el acuerdo de financiamiento que Ecuador firmó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en octubre 2020. Ese acuerdo estará en vigencia por dos años más, y, además de los $4.000 millones ya entregados hasta diciembre pasado; incluye desembolsos de $1.500 millones en 2021 y $1.000 millones en 2022.
Esos recursos se entregarán a cambio del cumplimiento de condiciones específicas; y el presidente entrante deberá decidir si renegocia o rompe el entendimiento, y busca otras fuentes de endeudamiento.
Habrá flexibilidad en la forma
Según Vicente Albornoz, decano de Economía de la Universidad de las Américas (UDLA), desde que el gobierno de Lenín Moreno logró el acuerdo, el FMI ya tenía prevista y diseñada una estrategia de renegociación con el sucesor en el poder.
Esa estrategia incluye ‘líneas rojas’ o temas en donde el multilateral no aceptará que se modifiquen las metas u objetivos, pero será flexible en los mecanismos o las formas de conseguirlos, siempre y cuando estén basados en planes alternativos viables.
Los puntos ‘no negociables’ son tres.
1. Autonomía del Banco Central
Para el FMI, la aprobación de la Ley de Defensa de la Dolarización es imprescindible, ya que blindará la autonomía del Banco Central y minimizará la posibilidad de que el Gobierno de turno utilice las reservas de esa institución para costear el gasto público.
La Asamblea deberá aprobar la ley hasta finales de abril, para asegurar el desembolso de $450 millones en mayo de 2021.
El candidato de la Unión por la Esperanza (UNES), Andrés Arauz, ha recalcado que rechaza el proyecto de ley y que si se llegara a aprobar, la derogaría como presidente.
“La intención (de la ley) no es blindar nada, sino que el Gobierno no pueda nombrar a los directores del Banco Central, bajar las tasas de interés y las comisiones, o reestructurar las deudas”, dijo Arauz.
El candidato por UNES asegura que si el FMI no acepta su propuesta económica, que incluye utilizar las reservas del Banco Central para dar $1.000 a un millón de familias, se recurrirá al “principal financista del planeta que es Asia”, en especial a China.
Por su parte, Guillermo Lasso, candidato de CREO, dijo que respalda el proyecto de ley, pero se puede mejorar sin modificar el objetivo final.
2. Déficit fiscal
El próximo gobierno podrá escoger qué ruta tomar para reducir el déficit (las opciones son simples: subir impuestos o bajar gastos), pero la meta final -lograr austeridad- no se podrá mover. El objetivo que fija el FMI es reducir el ‘hueco’ fiscal de casi $7.000 millones en 2020 a cerca de $3.000 millones en 2021.
Lasso aseguró que tiene una hoja de ruta que no incluye el aumento del IVA, sino una mezcla de medidas para aumentar los ingresos (duplicar la producción de petróleo, incentivos a la inversión y el combate a la corrupción) y reducir el gasto con mejoras a la eficiencia del Estado.
Por otro lado, Arauz reitera que la austeridad no está en sus planes y que la considera correspondiente “al siglo XX y no a una sociedad del siglo XXI en crisis”.
3. Protección social
La doctrina del FMI exige fuertes ajustes que llegarán en plena crisis pospandemia y reconoce el peligro de provocar convulsión, por lo que obliga a reforzar la red de protección social. Por eso, el acuerdo firmado fija un piso anual mínimo de $1.000 millones en bonos y requiere que se duplique el número actual de beneficiarios.
Santiago García, presidente del Colegio de Economistas de Pichincha, lamenta que ninguno de los candidatos tiene propuestas claras para fortalecer esas transferencias directas. “Uno solo habla de dar una ayuda de emergencia de $1.000, pero no de cómo mejorar el sistema. Tampoco se dice cómo establecer mecanismos de salida para que los beneficiarios reciban los bonos hasta cuando mejoren las condiciones de vida”, dijo. (JS)
“No vamos a desconocer el acuerdo con el FMI, ni vamos a subir el IVA. Apuntamos al déficit cero. El objetivo no es molestar la vida de los ecuatorianos; si solucionamos el déficit al cortar la corrupción, mejorar la eficiencia y los ingresos petroleros, utilizar la capacidad de generación eléctrica, la minería, las telecomunicaciones, deberán estar contentos”. Guillermo Lasso, candidato de CREO
“No voy a aceptar las condiciones actuales del acuerdo con el FMI. Proponemos hacer nuestro plan, y está bien si el fondo nos apoya, nos quiere dar una mano; pero no vamos a estar de rodillas ni buscar a nadie para que nos apoye. Tenemos alternativas de financiamiento como el Asia”, Andrés Arauz, candidato de UNES