Acusación dice que proceso contra Texaco vive un

Quito

La acusación en el proceso por delito ecológico contra la petrolera Texaco en Ecuador calificó el día de hoy de «histórico» por considerar que, tras una inspección judicial, se constató el «grave daño» ambiental causado en la Amazonía por esa compañía.

«Este es un día histórico», reiteró el abogado acusador Steven Donziger, tras destacar que durante una inspección en la zona de Guanta, en la provincia amazónica de Sucumbíos, en el este del país, se demostró, además, el «genocidio de Texaco» de comunidades nativas de la Amazonía.

Un grupo de 20 indígenas de la etnia Cofán acudieron a la inspección de Guanta, donde denunciaron que su comunidad está al borde de la extinción, porque la petrolera contaminó sus territorios y provocó la muerte de muchos de los suyos.

Además, según Donziger, en el campo Guanta, cerrado hace más de 20 años, se pudo comprobar que todavía existen desechos tóxicos arrojados por Texaco durante su trabajo en la zona, entre 1972 y 1992, lo que demostraría que «es falso» que la compañía reparó los daños ambientales que generó.

«Este es un día histórico porque también es la primera vez que un grupo de nativos denuncia que está a punto de desaparecer», como consecuencia del daño ambiental que supuestamente causó Texaco en sus territorios, indicó a EFE Donziger.

Los indígenas, comentó el abogado, han justificado su acusación con base en una ley internacional sobre genocidio, aprobada por la comunidad internacional hace más de 50 años.

Los demandantes han explicado que «los impactos contaminantes de la Texaco están, todavía, causando la desaparición de su gente y su cultura única en el mundo», añadió Donziger, un abogado estadounidense que auspicia la causa contra la petrolera, presentada por unos 30.000 indígenas y colonos de la Amazonía ecuatoriana.

La causa se sigue en la Corte Superior de la ciudad de Nueva Loja, la capital de Sucumbíos, que hoy efectuó la inspección de Guanta, suspendida en noviembre pasado por un informe militar ecuatoriano que advertía de posibles agresiones a los abogados de Texaco por parte de los demandantes.

El Ejército ecuatoriano, que destituyó al oficial que emitió ese informe falso, volvió hoy a reforzar la seguridad de los abogados de Texaco durante la inspección, precisó Donziger, al señalar que hay una «alianza» entre la petrolera y las Fuerzas Armadas de Ecuador.

Donziger dijo que, incluso, el representante legal de Texaco, Ricardo Reis Vega, que también acudió a la inspección, «tuvo que admitir» que la reparación ambiental hecha por su compañía hace 20 años no cumplió ciertas obligaciones que hubiesen evitado el «enorme daño ecológico en la región».

Según el abogado de los demandantes, las inspecciones de los campos petrolíferos operados por Texaco concluirán entre abril y julio próximos y dijo que posiblemente en este año terminarán todas las pruebas de campo.

«Ojalá que el próximo año pueda dictar una sentencia la Corte de Nueva Loja», añadió Donziger, tras precisar que la zona afectada abarca una superficie de dos millones de hectáreas, «como el estado de Rhode Island en EEUU».

Además, dijo que la propia Texaco admite que descargó 68.133 millones de litros de agua tóxica, que aparentemente contaminaron los territorios de los nativos, ríos y vertientes subterráneas.

Donziger aseguró que la reparación del daño ambiental causada supuestamente por Texaco en la Amazonía ecuatoriana costará, «por lo menos, 6.000 millones de dólares, según cálculos de un experto independiente».

EFE